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Realces de un poeta

En 2016 se publicó la sexta edición de Singularidad en la poesía de Manuel Ruiz Amezcua, en la que me ocupé, revisándola, aumentándola con distintas aportaciones, y para la que escribí el preliminar “Relevancia de una voz poética silenciada”. La editora granadina Comares publicó aquel volumen, y ha vuelto a hacerse cargo de la séptima edición aumentada de la obra del mismo título, de la que me he encargado también de corregir, de revisar, y de editarla, anteponiéndole este prólogo en consonancia con la nueva comparecencia pública del libro.

Cerca de seiscientas páginas tenía la antecitada sexta edición, conteniendo un total de 77 trabajos, contando las entrevistas. La séptima ronda el millar, e incorpora unos cuarenta textos a los que tenía el volumen de 2016. Estos escritos se referencian cumplidamente en la bibliografía final, en verdad copiosa, y que abarca desde estudios de considerable extensión, siendo el más dilatado de ellos el del profesor Peinado Elliot, hasta entradas diversas: reseñas y artículos en revistas y diarios y en blogs sobre libros concretos, o sobre la obra del poeta; entrevistas, no solo las aparecidas en periódicos impresos, sino también las que lo hicieron en medios radiofónicos y televisivos; noticias y textos de presentaciones o de lecturas del autor en diversos foros; enlaces a páginas digitales, muchas de ellas de carácter institucional; referencias a poemas a los que se ha puesto música y a grabaciones de algunos de ellos: y asimismo referencias al poeta en libros y en enciclopedias, etc. Merced a este material se pueden encarar con base bibliográfica sólida investigaciones acerca de la poesía de Manuel Ruiz Amezcua y asimismo reconstruir de manera fidedigna el itinerario biográfico de sus actividades intelectuales.

"Hay un creciente interés que ha ido suscitando la poesía de Ruiz Amezcua, sobre todo a partir de su antología de 2014 Del lado de la vida"

En esta ocasión las entrevistas concedidas por el autor aparecen completas. Todas tienen su interés, pero son dignas de ser muy remarcadas las que ahora se incluyen por vez primera en el presente volumen de Singularidad en la poesía de Manuel Ruiz Amezcua. El principal valor de tales documentos estriba en que las declaraciones del poeta ofrecen y completan claves esenciales para la mejor comprensión de su biografía, de su obra literaria, así como de la inserción de su figura y de su poética en el panorama de la poesía española de nuestro tiempo.

Hay al menos un par de claves compartidas por los textos de las entrevistas y por la mayoría de escritos acerca de la obra poética de Manuel Ruiz Amezcua. Ese par de claves las representan muy bien las palabras disidencia y resistencia. La obra poética del autor ha sido y es disidente de tendencias dominantes, y su figura civil ha sido y es resistente ante el tantas veces avasallador predominio de intereses extraliterarios espúreos en el contexto cultural español.

En las numerosas entradas bibliográficas que se relacionan sobre Manuel Ruiz Amezcua, como consecuencia sobre todo de los distintos textos escritos sobre su poesía y su recepción, constan filólogos de primer nivel, algunos de los cuales han contribuido con varios acercamientos a una comprensión más cabal de la poesía del autor jiennense. No voy a citar todos los nombres de quienes podrían ser recordados aquí, sino únicamente a algunos de especial significación, como por ejemplo Víctor García de la Concha, Fernando Fernán Gómez, Fanny Rubio, Antonio Muñoz Molina, Juan López Morillas, José Francisco Ruiz Casanova, Juan Cano Ballesta, José Mondéjar, Julio Ortega, Carlos García Gual, J. A. Masoliver Ródenas, Rosa Navarro, y muchos más.

En la edición de 2016, y como penúltima parte, figuraba un cuarto apartado con el título de “Varios temas y algunos poemas”. En la edición séptima se ha incrementado asimismo esta zona del libro, remozándola con actualizaciones varias en los siete núcleos temáticos de los que constaba inicialmente, que eran, y siguen siendo: Los de abajo; Luz de la palabra; Espacios del mundo; El amor y sus demonios; Soledades; La muerte: su guarida; y La sátira. Todos ellos se han visto revisitados de nuevo por el poeta, agregándoles distintos poemas. Se añaden asimismo en esta séptima edición dos temas nuevos a los ya referidos, los de La huida y Las caras de lo sagrado, y asimismo composiciones varias que pertenecen a un libro en ciernes ya muy avanzado, pero que todavía está en fase de elaboración.

"La poesía de Manuel Ruiz Amezcua, varia en tonalidades y asuntos, bien plasmada técnicamente y de profundo calado espiritual, no necesita que se la defienda"

Una primera constatación se evidencia a tenor de los aumentos que figuran en el volumen. Es la de su ingente número, si se pondera el breve espacio temporal que ha mediado entre las ediciones sexta y séptima. Este hecho es muy llamativo, porque por lo común suelen pasar bastantes años hasta que la recepción de un autor se incremente de manera notable. Lo antedicho habría que atribuírselo no solo al creciente interés que ha ido suscitando la poesía de Ruiz Amezcua, sobre todo a partir de su antología de 2014 Del lado de la vida (1974-2014), sino también a la formidable edición de Una verdad extraña (Poesía. 1974-2017), obra poética editada y acompañada de un amplio y lúcido estudio introductorio del investigador y docente de la Universidad de Sevilla Carlos Peinado Elliot.

El muy notable corpus poético de Ruiz Amezcua leído e interpretado por el profesor hispalense ha propiciado comentarios críticos que han puesto en valor y a nueva luz tanto la poesía del poeta jiennense como la relevancia del laborioso y perspicaz estudio que la antecede. A título de ejemplo, mencionaré que quien firma estas líneas publicó, en la revista californiana Studia Iberica et Americana, un amplio comentario de la mencionada edición de 2017 de Una verdad extraña, unas páginas que forman parte, al igual que los otros análisis que hasta el momento presente se han elaborado, de esta séptima edición de Singularidad…

En mi apreciación resaltaba en el estudio de Peinado Elliot, y me reafirmo en mis palabras, que no se limitó a confeccionar unas páginas correctas y atinadas, sino que se había empleado tan a fondo en la labor hermenéutica que su tarea constituye en sí misma una monografía que bien merece publicarse en forma de libro. Su aportación la considero un hito en la exégesis de un poeta español contemporáneo. Remito a mi texto crítico, incluido en ese volumen de Singularidad… a todo aquel que desee conocer con más detalle lo que a este propósito escribí en su día.

Puede asegurarse que mis asertos coinciden en lo más pertinente con los de los demás textos que han comentado la referida edición de Una verdad extraña (Poesía 1974-2017). Con todo, éstos añaden al mío personal otros puntos de vista que enriquecen de manera considerable aspectos cruciales de la obra lírica, a veces epilírica, de este poeta andaluz tan singular. Y la causa más determinante de esa singularidad se fundamenta en que inició su trayectoria literaria en los años sesenta del pasado siglo, pero la confianza en su genio propio le ha hecho mantener, contra viento y marea, un rumbo poético muy fiel a la mejor tradición lírica española, situándose osadamente, como adelanté más arriba, al margen de las tendencias dominantes.

"En la poesía española contemporánea no son pocos los autores que, al concebir el cosmos como espacio sacro, han sacralizado también su lectura poética del mundo"

No suele estar connotada en positivo la voz huida, ni la acción a la que se refiere, al menos en la cultura occidental. Acaso por este motivo, y aunque en literatura cualquier tema es poetizable, incluidos aquellos con gran carga de negatividad, éste de la huida no se ha prodigado entre los poetas españoles. Acaso también por esta misma razón Manuel Ruiz Amezcua encontró en este asunto, al que no solo acude en su libro de 2001 Donde la huida, sino en otros conjuntos suyos, una perspectiva muy original. Peinado Elliot la ha leído muy bien, ponderando que la huida no equivale a una evasión de cualesquiera contratiempos, sino a un paradójico afrontarlos desde esa misma huida.

En la poesía española contemporánea no son pocos los autores que, al concebir el cosmos como espacio sacro, han sacralizado también su lectura poética del mundo. Ruiz Amezcua no se inscribe precisamente en esa línea, pero en su obra lírica también asoma de vez en vez lo sacral, desde un enfoque diferenciado y con un sentido bien distinto, y a menudo contrario, al de la dimensión sacralizada de la vida. Lo evidencia sobremanera el ciclo poético al que corresponden sus libros Cavernas del sentido, Más allá de este muro, y El espanto y la mirada.

Y una reflexión última: la poesía de Manuel Ruiz Amezcua, varia en tonalidades y asuntos, bien plasmada técnicamente y de profundo calado espiritual, no necesita que se la defienda, por la sencilla razón de que ella misma se defiende sola frente a algunos silencios interesados provinientes de grupos de presión que anidan en el sistema literario institucionalizado. Los textos que hemos incorporado a esta nueva aparición pública de Singularidad contribuirán a que se conozca mejor y a que se aprecie y valore más todavía la obra poética de este poeta, en beneficio de los lectores y de una historia más real y completa de la poesía española contemporánea.

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Autor: VV.AA. Edición y prólogo de José María Balcells, de la Universidad de León. Título: Singularidad en la poesía de Manuel Ruiz Amezcua. Editorial: Comares. Venta: Amazon

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