Sin remedio

No hace falta ver un documental como Seaspiracy o leer un ensayo como Capital fósil para comprender el lío en el que estamos metidos. La ficción puede ser igual de demoledora y puede provocarnos el mismo escalofrío. El futuro no pinta bien, y no es solo por la covid-19. Pensábamos que la distopía era el futuro —gracias a series de televisión como Years & Years o Black Mirror— y de repente en 2020 descubrimos que era nuestro maldito presente. El Antropoceno se intuye temible. José María Merino nos lo acerca a través de una soberbia colección de cuentos —relatos transformados en ensayos; ensayos disfrazados de relatos— en los que hace literatura de la observación —como apunta Santos Sanz Villanueva—. El autor confiesa en una entrevista con su hija, la escritora Ana Merino, que «desde la literatura se puede por lo menos ayudar a reflexionar a ciertas gentes sobre que esto no es una fantasía, como aseguran los negacionistas».

"El problema se vuelve tan irresoluble que hasta Dios dimite en el libro. No es capaz de asumir su creación"

El prólogo nos dirige en pocas líneas al final de nuestro viaje. El paisaje idílico que habitaba nuestra memoria ya no existe; lo hemos destruido. “La agresividad humana lo invade todo; la naturaleza se debilita y envilece”. Fue Paul Crutzen el que a principios de este inquietante siglo XXI nos reveló que la influencia del ser humano en el planeta era tan fuerte —y dañina— que habíamos comenzado una nueva era geológica, el Antropoceno. Pero no dejemos caer todo el peso de este desastre sobre nuestras espaldas: este fenómeno seguramente se inició hace cientos de años, con la Revolución industrial, o miles, con la agricultura. Pero si algo está claro es que en las últimas décadas nuestras sociedades han contribuido a su aceleración, somos unos grandes expertos en usar gasolina para apagar los fuegos. No solo hemos adoptado costumbres que favorecen el cambio climático —nuestra adicción durante más de 50 años al carbón y al petróleo para generar energía a cascoporro—, sino que hemos buscado también soluciones que se han convertido en problemas mayores —muchas de las empresas y gobiernos han convertido los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) en un edulcorado greenwashing, que lejos de atenuar: acentúa la catástrofe y solo sirve para esconder debajo de la alfombra nuestras responsabilidades—. Y lo peor de todo esto —como se apunta en el epílogo, titulado «Sin remedio»— es la dificultad para encontrar soluciones satisfactorias: las consecuencias geopolíticas que puede provocar un giro en nuestro consumo energético, cambiar los hidrocarburos por renovables, puede convertir a países como Arabia Saudí, Irán y Rusia en naciones más pobres, inestables y peligrosas para la paz mundial. 

El problema se vuelve tan irresoluble que hasta Dios dimite en el libro. No es capaz de asumir su creación, abocada a la destrucción. La evolución humana se acaba convirtiendo en un viaje a toda velocidad, cuesta abajo y sin frenos, directos al infierno, un trayecto en el que el Altísimo no nos quiere acompañar y renuncia al cargo de forma irrevocable. Lo bíblico sigue presente en este volumen de cuentos, con Eva y Adán convertidos en profesores que asisten impasibles al Apocalipsis. El Génesis es solo un recuerdo brumoso, la realidad del ser humano es otra, sórdida, pero a lo que todos nos hemos acostumbrado con total naturalidad. Hemos llegado hasta aquí porque aceptamos nuestras miserias y nos adaptamos a ellas sin demasiados aspavientos.

"Merino nos invita a mirar por un calidoscopio en el que los reflejos de colores se acaban fundiendo a negro"

Uno de los grandes aciertos de esta obra es dar voz a tanta gente diferente ante este tsunami climático que se nos avecina. El lector ve el problema desde la perspectiva de diferentes edades y circunstancias sociales; hay niños, adolescentes, jubilados, turistas, trabajadores espaciales… una respuesta fragmentada a un reto común. Merino nos invita a mirar por un calidoscopio en el que los reflejos de colores se acaban fundiendo a negro. El escritor juega con el lenguaje, crea nuevas palabras —términos como «basuraleza»— que puedan definir cómo es esta distopía que habitamos. El ser humano no puede escapar a sus contradicciones, como Maruja y Adolfo —protagonistas de uno de los mejores relatos—, empeñados en conseguir un mundo SIMBA/SURA, pero que fracasan, como humanos que son, al beber sus latas de cerveza y cenar unos sándwiches empaquetados en recipientes de plástico. Todo lo reciclan en sus oportunas bolsas para que el bucle de la contaminación no pare en este mundo sucio en el que habitamos. Los dilemas morales y éticos están presentes a lo largo de las diferentes historias. Como en «Isolated». ¿Deberíamos mandar información al espacio exterior? ¿Qué haría una civilización superior con nuestros mensajes enviados al Universo? ¿Acaso nuestra historia no es la de una raza que ha sometido a los que estaban debajo cada vez que ha conseguido una ventaja tecnológica? Este relato plantea cuestiones morales y se lee como una de esas aterradoras Historias para no dormir con las que tanta angustia nos causaba el maestro Chicho Ibáñez Serrador. Quizás aunque ya estábamos prevenidos del posible desastre, si este libro lo hubiésemos leído en 2018 o 2019 quizá lo interpretásemos solo como una gran colección de cuentos distópicos. En 2021, después de un confinamiento, y todavía dentro de la pandemia, sabemos que, aunque ficción, estos relatos son mucho más reales que lo que nos está ocurriendo actualmente.

"Noticias del Antropoceno no es Black Mirror, pero asusta mucho más. Este libro de relatos es una distopía desnuda, libre de artificios"

En Noticias del Antropoceno José María Merino podía haber erigido un discurso cimentado en el valor del pasado, de lo analógico frente a lo tecnológico. Sin embargo, prefiere llenar las páginas de su libro de drones y emoticonos y escribir sobre grooming y poliamor. Noticias del Antropoceno no es Black Mirror, pero asusta mucho más. Este libro de relatos es una distopía desnuda, libre de artificios. Merino fabula nuestro ocaso con melancolía y una buena dosis de ironía, una obra necesaria también para comprender las nuevas relaciones que hemos creado con la comunicación digital. Es obligatorio que por un momento salgamos de Instagram, dejemos el maldito Twitter, no contestemos los mensajes de los múltiples grupos de WhatsApp y comprendamos en qué nos estamos convirtiendo; el autor de El río del Edén nos da unas cuantas pistas en estas páginas. Termino citando a Luis Mateo Díez a propósito de esta obra: «La fantasía, el sueño, el delirio, a veces en el límite de la locura, fecunda la realidad ordinaria, la materia de la vida». 

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Autor: José María Merino. TítuloNoticias del AntropocenoEditorial: Alfaguara. Venta: Todostuslibros y Amazon.

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