Inicio > Poesía > 11 poemas de David González
11 poemas de David González

Foto: César Tamargo.

David González fue un poeta nacido en San Andrés de los Tacones, Gijón, en 1964. Dirigió la colección de poesía Zigurat, que edita el Ateneo Obrero de Gijón. Ganó el 1º premio en el 4 campeonato de relatos pub Henry Chinaski y el 1º premio en el V certamen poético Blas de Otero, que organiza el centro cultural Blas de Otero. Sus poemas han sido traducidos al portugués, al inglés, al alemán, al árabe y al húngaro. Representó a España en el primer Festival Internacional de Poesía de Santo Domingo, República Dominicana (26 a 29 de Abril, 2007). Su poética se caracteriza por un estilo «kinki» y ha sido comparada con la corriente del Realismo Sucio. El cantautor Nacho Vegas definió así su estilo: «Crudo y tierno a un tiempo, marcado por experiencias vitales de las que te obligan a vomitar las cosas si no quieres morir ahogado en ellas: su paso por la cárcel, la vida imposible en una ciudad deprimida y el desencanto vital». Publicó libros como Ojo de buey, cuchillo y tijera (1993), Nebraska no sirve para nada, Sembrando hogueras (Bartleby Editores, 2001), Anda hombre, levántate de ti (Bartleby Editores, 2004), Reza lo que sepas (2006), Algo que declarar (Bartleby Editores, 2007), En las tierras de Goliat (Ediciones Baile del Sol, Tenerife, 2008), Loser (Bartleby Editores, 2009), Lo que se puede contar (2019), La manera de recogerse el pelo. Generación blogger (Bartleby Editores, 2010), La carretera roja (2012) o Los equilibristas (2021). Autor periférico, francotirador y que siempre habitó en los límites, murió en febrero de 2023.

***

Metamorfosis

sobre la almohada,
en su lado de la cama,
lo que a primera vista
parece ser
el pétalo de una rosa
se revela, luego,
como un simple trozo
de cinta aislante.

***

Pared

«pero la casa de mi padre
seguirá
en pie».

GABRIEL ARESTI

de la casa de san andrés de los tacones
solo sigue en pie una pared de piedra.
detrás de esa pared nació mi madre,
y la madre de mi madre,
y la madre de la madre de mi madre.

y yo.

y mi abuelo, luis,
murió en el año 1967, a la edad de 61 años. detrás de esa pared.

en los alrededores de la casa

había una pomarada sitio poblado de manzanos., un hórreo ast. y gal. construcción de madera, de base rectangular, sostenida en el aire por cuatro o más columnas o pilares, llamados pegoyos, en la cual se guardan y preservan de la humedad y de los ratones granos y otros productos agrícolas. y un río
al que iban mi madre y sus hermanas
a lavar la ropa y a lavarse ellas.

luego, construyeron el embalse,
y las aguas
anegaron el río,
derribaron el hórreo
y empodrecieron las manzanas.

y ayer
fui a renovar el carnet de identidad.

¿lugar de nacimiento?, me preguntaron.

san andrés de los tacones, respondí.

pero no pudieron encontrar
mi aldea en su ordenador.

busca san andrés, dijo un policía.

tampoco.

mira a ver por andrés.

no.
prueba con tacones, dijo otro policía.

ni rastro.

así que cuando salí de la comisaría
había vuelto a nacer,
solo que esta vez en la ciudad de gijón.

con todo, la pared de piedra
de la casa de san andrés de los tacones
aún sigue en pie.

como un poema.

o mejor:

como una semilla.

***

Estación terminal

lápiz y papel
una estufa encendida
casa de poeta

***

Manos

las manos

me decían mis padres
antes de sentarme
a la mesa a comer

lávate bien
las manos

no alcanzaban
a comprender
que los niños
las tenemos siempre
limpias

***

Los buenos tiempos

bailemos por los que no pueden

le escribí en un correo electrónico
a violeta pérez
brillante actriz
que interpreta en una película1
el mismo papel
que interpreté yo en la vida real

bailemos por los que no pueden

y       con esta oración en la cabeza

violeta pérez2
actriz de raza
metiéndose en la tristeza
que requiere su personaje
se encuentra en la plaza de santa ana
con un matrimonio ya mayor
unos de esos que
pasados los años
continúan queriéndose de verdad

pero a lo que vamos

me comenta violeta

los dos eran
inválidos
paralíticos
minusválidos físicos
llámalos como quieras

e       iban en silla de ruedas

de esas que se manejan con un mandito
porque en sus brazos también sufrían
parálisis

y       bueno

me quedé frente a ellos
paralizada
porque tu frase me dio en toda la cabeza:

bailemos por los que no pueden


violeta
guapísima
bailemos por los que no pueden

bailemos por los que no pueden

como estos dos ancianos
que a pesar de su parálisis
bailan con sus dedos
mientras se buscan
las manos

***

El rey de las lágrimas

«llanto: el alimento que él come».

LOUIS ZUFOFSKY

en la cama,
con las manos cruzadas por detrás de la cabeza,
con la ventana abierta,

que mis amigos me vendieron
como carne en la carnicería,

que mis amigas tenían muy buena cara
pero muchas puñaladas;

y sé

que ese coche
que está aparcando
no lo conduzco yo,

que ese perro
que ladra
no es mi perro,

que ese niño
que grita
no es mi hijo,

que esa mujer
que se ríe
no es la mía,

que esa puerta
que se abre
no es la de mi portal,

que esa persiana
que se baja
no es la de mi habitación;

y sé también

que pronto oscurecerá
y que yo, una vez más, un día más, no tendré
ni fuerzas
ni ánimos

para levantarme

y encender

la luz.

***

Pájaros

«los mirlos silban sobre las tiernas hojas».

KENNETH REXROTH

en la acera
de enfrente:

un árbol
y
una farola
del alumbrado,

abrazados,

como
una pareja
de novios.

pero
solo
el
árbol
tiene
pájaros.

***

Esquelas

mi abuela
tiene la manía
de sentarse a leer
las esquelas del periódico
todos los días
después de fregar
los cacharros de la comida.
las repasa una y otra vez,
como si estuviera estudiando
para un examen,
y hay veces
que no puede evitar
que se le escape
un suspiro de alivio
al comprobar
que ni su nombre
ni sus apellidos
están escritos
en ninguna de ellas,
aunque luego
siempre te diga:

llegar a esta edad
no se lo deseo
ni a mi peor enemigo.

***

Pesadillas

«y el acabar de estar soñando
cuando nos vamos a acostar».

MANUEL MACHADO

últimamente
mis sueños
suelen ser
auténticas
pesadillas.

mejor así.

no me asusto
tanto
al despertar.

***

La plaza de la soledad

olvidando la palabra tiempo.

en un corredor,
en la plaza de la soledad cimadevilla perdió a finales del siglo XIX las capillas de la barquera y de santa catalina, pero aún conserva hoy otras cuatro: la de los remedios, guadalupe, san lorenzo y la capilla de la soledad, construida hacia 1674. ésta permanece abierta todo el día y dio su nombre a la calle y a la plaza; se venera en ella a la virgen dolorosa y al cristo de medinacelli.,
en mangas de camisa,
el manco,
con su brazo ciego,
pasa las páginas
de una novela del oeste,
mientras considera
que quizá

el tiempo

sea uno de esos chiquillos
que unas veces
le saludan
y otras

no.

***

Sin objetivo

una fotografía
en blanco y negro.

una mujer
de principios
de siglo
desnuda
en un estudio
de parís.

no debo olvidarla nunca.

con el tiempo,
yo también puedo
llegar a ser eso:

una fotografía
en blanco y negro.

y tendré suerte,
muchísima suerte,

si alguien,

algún día,

en alguna parte,

me
mira.

4.4/5 (132 Puntuaciones. Valora este artículo, por favor)
Notificar por email
Notificar de
guest

2 Comentarios
Antiguos
Recientes Más votados
Feedbacks en línea
Ver todos los comentarios
Aurea
Aurea
10 meses hace

Hermosos poemas. Me encantó leerlos.

Julián Portillo
9 meses hace

No sabía nada del fallecimiento de David. Conocía su malograda vida, en la que tuve la suerte/tragedia de interferir. Un referente indudable del realismo sucio en castellano. Un verdadero maestro en lo literario. Lamento profundamente la pérdida del que, en alguna ocasión, pude permitirme el lujo de llamar amigo.