El 14 de septiembre de 1982 falleció en un accidente de tráfico Grace Kelly, la princesa de Mónaco que durante su juventud fue una destacada estrella de Hollywood, donde ganó un premio Oscar y participó en varias películas a las órdenes de realizadores tan importantes como Alfred Hitchcock.
Quién fue Grace Kelly
Grace Kelly se crio en una familia de emigrantes irlandeses en Filadelfia. Su padre era conocido por sus éxitos olímpicos, pero su hija le superó en fama y reconocimientos al poco tiempo de incorporarse al mundo del cine. Sus primeros papeles los consiguió en Broadway y la televisión. Estos trabajos los compaginó con los de modelo. Su debut cinematográfico lo realizó en Catorce horas (1951), un film dirigido por Henry Hathaway. Un año más tarde, Grace Kelly protagonizó uno de los westerns más famosos de la historia, Solo ante el peligro, junto a Gary Cooper. John Ford, después de verla actuar, decidió incorporarla a su siguiente película, Mogambo, donde compartió cartel junto a Clark Gable y Ava Gardner.
Su año más prolífico fue 1954: estrenó un total de cinco películas, entre las que destacaron dos colaboraciones con Hitchcock, Crimen perfecto y La ventana indiscreta y Angustia de vivir, por la que ganó el Oscar como mejor actriz. Al año siguiente llegó a las cines su tercera participación consecutiva en un film del genio del suspense, Atrapa a un ladrón. Durante la presentación de esta película en el Festival de Cannes, la actriz conoció a su futuro marido, Rainiero de Mónaco.
Grace Kelly, princesa de Mónaco
Después del primer encuentro en Cannes, la relación se enfrió durante un tiempo y Grace Kelly tuvo un nuevo amante, el actor Jean-Pierre Aumont. Pero Rainiero comenzó a mover sus influencias y volvió a coincidir con la actriz durante un viaje a los Estados Unidos. El noviazgo fue vertiginoso y a principios de 1956 ya estaban prometidos. La boda civil se celebró en el salón del trono del Palacio de Mónaco el 18 de abril de 1956. Al día siguiente tuvo lugar la ceremonia religiosa.
El enlace supuso una nueva vida para Grace Kelly fuera de los estudios de Hollywood. Después de once películas, la actriz abandonó el cine por su nueva vida como princesa monegasca. Grace Kelly consiguió asegurar el linaje de Rainiero —que estaba enfrentado a su hermana por la sucesión— con tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía.
El trágico final de Grace Kelly
El 13 de septiembre de 1982 su Rover P6 lo debía haber conducido el chófer, pero la princesa insistió en hacerlo ella misma. El trayecto era conocido, pero eso no impidió que el vehículo se saliera de la vía en una curva de la carretera de Mónaco. Grace Kelly falleció al día siguiente del accidente, a los 52 años de edad.
Junto a Grace viajaba ese sábado su hija Estefanía —que salió con vida del accidente—. Aunque esta era menor de edad —tenía 17 años en ese momento— se especuló en diversos medios de comunicación con la posibilidad de que fuera ella la conductora. También hubo un rumor que indicaba que madre e hija estaban discutiendo acaloradamente en el momento del fatal desenlace.
Anécdotas de Grace Kelly y sus películas
- La censura española metió la pata hasta el fondo con Mogambo. En su afán por esconder un adulterio, lo convirtió en un incesto.
- Dice que en la década de los 50 el principado de Mónaco estaba de capa caída. Aristóteles Onassis, amigo íntimo de Rainiero de Mónaco le convenció para que atrajese a la jet set mundial al principado. Cuentan también que le sugirió casarse con una actriz de Hollywood. Aris le propuso dos opciones: Marilyn Monroe o Grace Kelly.
- Atrapa un ladrón se filmó en la Costa Azul. Cary Grant y Grace Kelly intimaron durante esas grabaciones. En una pausa del rodaje, Cary Grant le señaló el palacio de Rainiero y, supuestamente, le insinuó que llamase a la puerta para ver si se convertía en una princesa.
- La boda de Grace Kelly y Rainiero de Mónaco fue todo un acontecimiento mundial. Los estudios MGM se encargaron de la grabación del enlace real.
Filmografía destacada
- Solo ante el peligro (1952), junto a Gary Cooper.
- Mogambo (1953), a las órdenes de John Ford.
- Crimen perfecto (1954), dirigida por Alfred Hitchcock.
- La ventana indiscreta (1954), otro clásico de Hitchcock, con James Stewart.
- La angustia de vivir (1954), papel que le valió el Oscar a Mejor Actriz.
- Atrapa a un ladrón (1955), coprotagonizada con Cary Grant.
- Alta sociedad (1956), su última película antes de la retirada.
Premios y distinciones de Grace Kelly
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Premio Oscar a la Mejor Actriz (1955) por La angustia de vivir.
- Nominada Oscar a la Mejor actriz de reparto (1954) por Mogambo.
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Globo de Oro a la Mejor actriz (1955) por La angustia de vivir.
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Mejor Actriz de Reparto (1954) por Mogambo.
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Copa Volpi del Festival de Venecia a la Mejor Actriz (1954) por La angustia de vivir.
- Premios del Círculo de Críticos de Cine de Nueva York: La angustia de vivir, Crimen perfecto y La ventana indiscreta.
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Premios BAFTA: dos nominaciones por La angustia de vivir y Crimen perfecto
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Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
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Qué actriz tan talentosa fue Grace Kelly. También fue una mujer Bellísima, parecía una diosa. Lástima que se mezcló con una dinastía pro nazi que puso a Mónaco al servicio de los nazis para servir de mampara, de máscara en el comercio exterior, los servicios de la banca como auxiliares para las operaciones financieras del Reich Alemán de Hitler y de frente para el contrabando para burlar las sanciones económicas que impusieron en la época las naciones aliadas contra el nazismo. Todo ese deplorable pasado de colaboradores o aliados pro-nazi de los gobernantes monagescos lo ignoraba la bella actriz americana. Todo el pasado colaboracionista de los gobernantes monagescos quedó casi escondido por los intereses de tantos gobernantes franceses y alemanes de la inmediata postguerra porque también muchos de ellos tenían pasado colaboracionista o eran cripto-nazis. Y en los Estados Unidos acogieron contentos a Werner von Braun y otros destacados científicos nazis cómplices de los crímenes contra la Humanidad para aprovechar sus talentos. Así lograron la impunidad. Y lo mismo hicieron la extinta Unión Soviética, Reino Unido y Francia.
El matrimonio de la admirada y famosísima Grace Kelly con el casi anónimo “Príncipe Monagesco” causó consternación en Costromo, porque alejados de la inmediatez de las comunicaciones por el aislamiento de nuestro pobre y atrasado país, que solo competía con Haití en desgracias, los estrenos del cine de Hollywood nos llegaba con años de retraso y el cine europeo nunca. Y como los periódicos y la radio ejercieron un rol estelar durante la Segunda Guerra Mundial para informarle al país lo que sucedía, en la memoria colectiva de Costromo quedó grabada la complicidad de los gobernantes de Mónaco con los nazis en la persecución de judíos, de refugiados españoles perseguidos por Franco y de todo opositor a Hitler, actuando en complicidad con el régimen colaboracionista de Vichy y bajo la batuta alemana. Para Costromo fue una catástrofe enterarse que la admirada Grace Kelly, ignorante del pasado pronazi de los gobernantes monagescos, se mezcló con tal gente, y para mayor indignación, tal gente la trató como sí fuera “una trepadora”, una plebeya que ascendía a “la aristocracia principesca”, porque en realidad la diosa del cine le llevó brillo, elegancia y buena fama a la gris y cuestionada dinastía monagesca, no solo manchada de colaboracionismo pronazi, también de falsedad en sus “antepasados aristocráticos”, porque la historia está allí y todos en Costromo conocían (por los periódicos amarillento de por los años) quiénes eran los abuelos y otros familiares del pretendido “Príncipe Azul”. Grace Kelly no se elevó con ese enlace, Mónaco se elevó por Grace Kelly, siempre admirada en Costromo, que llenaba los cines con cada una de sus películas, hasta en los cines de pueblo con solo funciones nocturnas, porque no tenían techo y los espectadores tenían que llevar sus propias sillas.
Sí el padre y la madre de Grace Kelly hubieran conocidos los antecedentes pronazis y las biografías de algunos de los padres y abuelos del supuesto “Príncipe Azul”, ellos, los Kelly Majer, integrantes de una familia honorable, de campeones olímpicos, de destacadas trayectorias cívicas y académicas, exitosos (el padre de Grace Kelly logró ser un empresario millonario y ocupó altos cargos públicos) y de moral irreprochable, se habrían opuesto enérgicamente a que su talentosa, bella e ingenua hija se casara y enlazara con la “aristocracia monagesca”. Se mezcló el diamante, el oro y el más fino cristal que simbolizó Grace Kelly con el disfraz del oropel y las vasijas de barro crudo. Por ésta razón causó indignación colectiva en Costromo que su actriz de cine favorita fuera atacada por alucinados de la monarquía monagesca que la calificaron de “actríz plebeya que ascendió a la nobleza” porque fue lo contrario: Ella elevó a la “nobleza monagesca”. A un terrible costo.
El caso de Grace Kelly es diametralmente opuesto al caso de Virginia Giuffre, solo tienen en común que eran ciudadanas americanas. Grace Kelly, famosísima y talentosa actriz de cine internacional, de familia patricia y millonaria de Estados Unidos de intachable reputación y moralidad, elevó a la “nobleza monagesca”, le dió brillo, elegancia, belleza, fama internacional a una nobleza gris manchada por el colaboracionismo de algunos de sus integrantes con la Alemania Nazi, por algunos escándalos por no cumplir los rígidos estándares morales algunos de sus integrantes y por el pasado picaresco de algunos de sus integrantes; en cambio la joven Virginia Giuffre, una desconocida y vulnerable adolescente, fue víctima de abuso sexual de menores por parte de criminales de la peor categoría, traficantes de personas, promotores de la prostitución forzada de mujeres y violación de niñas y/o perpetradores de delitos sexuales, cuyos abusos sexuales denunció y la empujaron al suicidio y logró la atención de la prensa hasta lograr póstumamente que uno de sus victimarios, integrante de la realeza británica, Andrés Mountbatten Windsor, fuera despojado de todos sus títulos nobiliarios por el escándalo que aún no termina, ya no es El Príncipe Andrés, Duque de York.
Mientras Grace Kelly elevó a la “nobleza monagesca”, Virginia Giuffre desnudó la inmoralidad de un príncipe británico, en una familia real encabezada por los actuales Reyes Adúlteros, lo que prueba que no todas las familias reales de Europa cumplen con los máximos niveles de moralidad que se espera de ellas, que la actual familia real británica es minoría lamentable en la realeza europea: La familia real británica vuelve a estar bajo escrutinio público y muchos piensan sí traen más males que bienes para Gran Bretaña e Irlanda del Norte y sí el comportamiento moral de dos hombres de la realeza británica manchan la estimación pública de los hombres británicos. Y ya muchos recuerdan que en realidad no son tan británicos por las raíces alemanas de una familia que cambió sus apellidos alemanes (Sajonia-Coburgo-Gotha), durante la Primera Guerra Mundial para adoptar como apellido el nombre de un castillo inglés (Castillo de Windsor) y cuyas princesas tienen la costumbre muy alemana de buscar esposos alemanes o de sangre alemana, lo que explica que hasta de Nazi se disfrazó de joven el Príncipe Harry en tiempos pasados, sin importarle que los Nazis bombardearon Inglaterra y mataron a miles de civiles sin contar a los miles de soldados británicos que murieron en la Segunda Guerra Mundial por la agresión de la Alemania Nazi. Errores de juventud. Lo que no es un error de juventud es abusar sexualmente de menores, el escándalo que involucra al ex Príncipe Azul, al cuestionado Andrés Mountbatten Windsor, privado de sus antiguos títulos nobiliarios y privilegios, sobretodo los económicos, porque es lamentable que el Tesoro Público o Real se use para garantizar la vida de privilegios de un presunto abusador sexual de menores en lugar de mejorar la calidad de vida de tantas humildes familias británicas que no pueden pagar la cuenta de la calefacción y pasan frío en los inviernos. Ya muchos están pensando en la República (?”República Unida de Gran Bretaña e Irlanda del Norte”?), y por ésto, después de tantas presiones, El Rey Adúltero del Reino Unido, le quitó a su hermano el título y los privilegios de Príncipe.
La ingenua Grace Kelly le trajo luz a la oscura “nobleza monagesca” y la valiente Virginia Giuffre sacó a la luz la oscuridad de un Príncipe de la “nobleza británica”.