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Antonio Martínez Asensio: “Me fascina el monstruo de Frankenstein, huyendo de la soledad”

Antonio Martínez Asensio: “Me fascina el monstruo de Frankenstein, huyendo de la soledad”

Cien libros, una vida es un apasionante recorrido por los libros imprescindibles de la literatura de la mano de Antonio Martínez Asensio, director del programa de radio Un libro, una hora. De los grandes clásicos hasta las obras contemporáneas más influyentes, este libro narra con pasión y emoción los cien libros que marcaron la vida de su autor. Al mismo tiempo, ofrece un recorrido por la historia de la literatura a través de aquellas lecturas imprescindibles que todos deberíamos descubrir al menos una vez.

Una lectura que despertará aún más el deseo de leer. Kafka, García Márquez, Saramago, Virginia Woolf, Paul Auster, Belén Gopegui, Javier Marías o Almudena Grandes son solo algunos de los autores que desfilan por estas páginas. Un libro de libros para amantes de la lectura.

A continuación, Antonio Martínez Asensio responde a las preguntas del cuestionario de Zenda.

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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?

—La película que salvaría sería Un lugar en el mundo, de Adolfo Aristarain. Me reconcilia con el mundo verla de vez en cuando. No soy muy de series porque prefiero leer. Pero vi la primera y la última temporada de Perdidos y me encantó. Salvaría cualquier disco de The Beatles. La obra de arte (y me la llevaría debajo del brazo) que salvaría sería Vista del jardín de la Villa Medici en Roma, de Velázquez.

—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.

—Siempre me maravilló Romy Schneider. Y me maravilla José Sacristán. Como personaje histórico me quedo con Ernesto “Che” Guevara, y me cuesta más salvar a un político actual. Tal vez salvaría a Zapatero.

—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?

—Me gustaría haber viajado a bordo del Nautilus con el capitán Nemo, y me quedé con las ganas de viajar a Berlín el día que cayó el Muro.

—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?

—Me gustaría recordar siempre los partidos de fútbol que jugaba con mi padre y mis amigos en un prado, que todos llamábamos “el campo”, en El Tiemblo, y cómo nos llevaba, todos apelotonados, en su coche —un 124—, que olía a gimnasio a la vuelta.

—¿Cuál es su primer recuerdo lector?

—Recuerdo leer apasionadamente una colección de cómic de Bruguera que se llamaba Joyas Literarias Juveniles, que arrancó con Miguel Strogoff, de Julio Verne, y que publicó los grandes clásicos de la literatura universal en cómic.

—¿Cuál es el último libro que ha leído?

El doctor Centeno, de Benito Pérez Galdós, y Los ilusionistas, de Marcos Giralt Torrente.

—¿Puede recomendar un libro clásico?

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.

—¿Y uno actual?

Mentira, de Enrique de Hériz, y No te veré morir, de Antonio Muñoz Molina.

—¿Qué libro no ha podido acabar?

La broma infinita, de David Foster Wallace (culpa mía, seguro).

—¿Puede recitar de memoria un poema?

—Seguramente “Elegía” de Miguel Hernández. Me acompaña la música de Serrat. Yo quiero ser llorando el hortelano / de la tierra que ocupas y estercolas, / compañero del alma, tan temprano…

—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?

—“Ojalá” de Silvio Rodríguez

—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?

—Una heroína imprescindible para mí es madame Bovary. Un héroe, el primero que me viene a la cabeza, es Cipriano, el alfarero de La caverna, de Saramago.

—¿Y un personaje malvado que le fascine?

—No sé si Nemo es malvado. Puede que no. En todo caso me fascina. Como me fascina el monstruo de Frankenstein, huyendo de la soledad, y me fascina Robert Neville, el protagonista de Soy leyenda, de Richard Matheson.

—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?

—La editorial Anagrama ha formado mi gusto literario, porque me crie (literariamente) leyendo su colección de “Narrativas hispánicas” y su “Panorama de narrativas”. Ahora disfruto mucho con Seix Barral. La librería a la que siempre vuelvo, para hablar de libros, es Amapolas en Octubre, pero me he criado (literariamente) en la librería Rafael Alberti.

—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?

—Yo tenía casi siete mil libros, pero la crisis de 2008 me llevó por delante y vendí todo lo que tenía: discos, tocadiscos, cuadros, DVDs, y desgraciadamente, libros. Los vendí todos, poco a poco. Me quedé solo con 150. Ahora vuelvo a tener una buena biblioteca. Debo de tener cerca de dos mil. Desde que me llevó la crisis regalo muchos más libros después de leerlos, así que la mayoría de los que se quedan son libros que no he leído.

—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?

—Lloré varias veces, a lágrima viva, leyendo El corazón helado, de Almudena Grandes. Y lloré tras leer La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero.

—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?

—Claro. Mis libros de Henry Miller se abren solos en determinadas escenas. Me lo pasé muy bien leyendo Sexus.

—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?

—La pasión y la constancia.

—¿Y su principal defecto?

—La mala leche. Aunque la tengo ya muy dominada, sigo teniendo cuidado.

—¿Qué aprecia más de sus amigos?

—La lealtad, la capacidad de celebrar.

—¿Cuál es su ocupación preferida?

—Leer, sin duda. Y hacer el amor con mi pareja.

—¿Y su sueño de felicidad?

—Dedicarme a leer, con mi pareja, sin preocuparme por el dinero.

—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?

—Efervescente.

—¿Qué detesta más?

—El ruido, la mala educación, la zafiedad.

—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?

—Las provocadas por la necesidad, por el hambre, por la supervivencia.

—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?

—Si supiera que me van a rescatar me llevaría En busca del tiempo perdido, de Proust. Si no, tal vez un libro práctico sobre supervivencia.

—¿Y a qué persona?

—Me llevaría a mi pareja.

—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.

—Disfruté mucho leyendo el Ulises de Joyce.

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Autor: Antonio Martínez Asensio. TítuloCien libros, una vidaEditorial: Aguilar. VentaTodostuslibros.

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