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Camaleones de la Transición

Molinero e Ysàs documentan este fabuloso y ecléctico ensayo con los diarios de sesiones, artículos de prensa, entrevistas, libros, manifiestos de los protagonistas, etc. que pergeñan un libro para recordar y aprender a entender el proceso de la Transición española, en la que no todo fue blanco o negro y los buenos y malos no lo fueron tanto.

20 de noviembre de 1975, muere Franco y en España se comienza a respirar algo de libertad. Dos días después Juan Carlos de Borbón es proclamado Rey, jurando las Leyes Fundamentales del Reino y los Principios del Movimiento Nacional. No obstante, la Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947) ya establecía que Franco decidiría el nombramiento de su sucesor con un Rey o un Regente del Reino y en la Ley de 22 de julio de 1969, el dictador nombra sucesor a Juan Carlos I, aunque su padre Juan no renunciará a sus derechos dinásticos hasta 1977. En palabras del dictador todo había quedado “atado y bien atado”. Siempre me lo he imaginado diciendo: “La República no llegará a España ni sobre mi cadáver”, como así es.

"En las universidades aumenta el malestar tras la muerte de Franco, es la semilla de lo acontecido en la década anterior"

La Transición española no fue un proceso sencillo. Legalmente hasta 1977 solo existió la Organización Sindical Española (1940-1977) o Sindicato Vertical; sin embargo, en los años 60 aumenta la conflictividad laboral que se tiñe de política; las CCOO, con Marcelino Camacho a la cabeza, toman el mando de las reivindicaciones obreras, que se intensifican con las huelgas de 1973 y 1974. Unos meses antes de morir el dictador, se intenta firmar un pacto social promovido por las élites económicas que ven peligrar su productividad y consiguientes ingresos.

En las universidades aumenta el malestar tras la muerte de Franco, es la semilla de lo acontecido en la década anterior. En 1966 fue creado el Sindicato Democrático de Estudiantes (SDE), el ministro de Información Manuel Fraga decía sobre las universidades en 1968: de momento hay “paz armada”, o sea, ocupación policial.

"La Secretaría General del Movimiento, presidida por Adolfo Suárez, promueve el Estatuto del Derecho de Asociación Pública, pero tan solo la Unión del Pueblo Español, apoyada por la propia SGM, consigue los 25.000 afiliados"

En el final de la década de los años 60, y en palabras del Régimen, se gestó una situación de “desorden, subversión, crisis de autoridad […], atentado permanente contra el orden público y ofensa constante a los principios fundamentales del orden constitucional y de injurias a las más altas magistraturas del Estado, a que se ha llegado en la Universidad española”.

Los movimientos estudiantiles en bachillerato, las juntas vecinales en los barrios, los abogados laboralistas, el mundo cultural con intelectuales, artistas y académicos, los colegios profesionales de abogados, doctores y licenciados o de arquitectos, una parte del mundo católico con los llamados “curas obreros”, van creando un poso de desafección hacia la dictadura.

La postura de continuidad y reformismo de las élites políticas de la dictadura era cambiar para no mover nada y perpetuar el régimen dictatorial, Carrero Blanco sostenía que había que “perfeccionarse” lo ya existente. El 12 de febrero de 1974, Carlos Arias Navarro, lee en las Cortes un discurso aperturista para introducir algunos cambios en el orden franquista para conservarlo. La Secretaría General del Movimiento (SGM), presidida por Adolfo Suárez, promueve el Estatuto del Derecho de Asociación Pública (1974), pero tan solo la Unión del Pueblo Español, apoyada por la propia SGM, consigue los 25.000 afiliados.

"El 1 de julio de 1976, destituyen a Arias Navarro, ojo derecho de la familia Franco y gran garante para el continuismo político, el 3 de julio nombran Presidente del Gobierno a Adolfo Suárez"

El tablero político comienza a mover sus fichas, nadie quiere perder el sitio, la Conferencia Episcopal con Tarancón a la cabeza, políticos como Manuel Fraga, Rodolfo Martín Villa, Adolfo Suárez, Antonio Garrigues, entre otros, cambian sus discursos en función de los foros y la verborrea franquista que llevaba calando 40 años en los españoles se convierte en falacia democrática. España llega al año 1976 con la mayor cantidad de huelgas conocidas en su historia.

Fraga estalla de ira con la creación de Coordinación Democrática conocida como Platajunta, con Ruiz Giménez y Gil Robles al frente, favorables a legalizar el Partido Comunista de España (PCE) y que englobaba a todos los opositores políticos del Régimen. Tras muchas llamadas solo detienen a Camacho, Trevijano, Aguado, Dorronsoro y posteriormente a Tamames y Bardem en una manifestación comunista. La pugna por el control del PSOE entre Enrique Tierno y Felipe González, inclina la balanza a favor del último con el apoyo de grandes líderes del socialismo internacional, en la UGT era Secretario General Nicolás Redondo desde 1973.

"El rey vio peligrar la Monarquía y movió ficha; fuera con Dictadura o con democracia, España tenía que ser monárquica"

El 1 de julio de 1976, destituyen a Arias Navarro, ojo derecho de la familia Franco y gran garante para el continuismo político, el 3 de julio nombran Presidente del Gobierno a Adolfo Suárez, con el gijonés Torcuato Fernández-Miranda moviendo los hilos desde las Cortes. El 18 de marzo de 1977 se convocan las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, el PCE, tras largas discusiones y presiones fue legalizado; de no haberlo sido España no hubiera entrado en la democracia.

El rey vio peligrar la Monarquía y movió ficha; fuera con Dictadura o con democracia, España tenía que ser monárquica. El nombramiento de Suárez dio paso a políticos como Landelino Lavilla, Marcelino Oreja, Francisco Fernández Ordoñez o Calvo Sotelo. Adolfo Suárez pasó de querer perpetuar las leyes franquistas y negarse a legalizar el PCE, a decir y hacer lo contrario. España hablaba, tras el lema “habla, pueblo habla”, del grupo Vino Tinto y Jarcha cantaba Libertad sin ira.

"El 6 de diciembre de 1978 se aprueba la Constitución española y se derogan todas las leyes de la dictadura no sin la oposición de los sectores que vivieron bajo el paraguas de Dios y Franco"

Alianza Popular (AP) consigue aglutinar a las clases altas, la clase media católica, así como trabajadores y campesinos de las zonas rurales conservadoras; en sus listas a las elecciones de 1977 aparecen 183 procuradores franquistas y Arias Navarro al Senado. El PSOE logra un amplio consenso, dejando autonomía a los catalanes pero integrados y pocos días antes de finalizar el plazo de presentación de candidaturas aparece Unión de Centro Democrático (UCD) que se trataba de una amalgama de personalidades, liberales, democristianos, socialdemócratas pero todos priorizaban el futuro sobre el pasado y el 15 de junio de 1977 se celebran las primeras elecciones post franquistas. UCD obtiene 165 escaños, PSOE 118, los partidos comunistas 20, para Alianza Popular (AP) serán 16, más los partidos vascos, catalanes y otras fuerzas políticas.

La amnistía fue aprobada sin los votos de AP y la redacción de la Constitución trajo nuevos problemas: añadir o no el concepto de nacionalidad, la libertad religiosa, el papel de los empresarios, el derecho a la huelga y a sindicarse, el papel de la educación o de la Monarquía, la supresión de la pena de muerte, el aborto o el divorcio. El debate sobre las Comunidades Autónomas, ¿café para todos? El 6 de diciembre de 1978 se aprueba la Constitución española y se derogan todas las leyes de la dictadura no sin la oposición de los sectores que vivieron bajo el paraguas de Dios y Franco.

"Con el afianzamiento de la UGT y CCOO, entre 1976 y 1980, se producen más de 600 millones horas no trabajadas. Así la CEOE se muestra contraria a los Pactos de La Moncloa"

Pero la Transición no fue fácil, hasta 1982 la violencia política iría en aumento, ocasionando 665 víctimas. Las conspiraciones y tentativas golpistas hasta el fallido Golpe de 1981 fueron constantes y el cerco a Suárez partía de sectores de derechas y de las Fuerzas Armadas que siempre se sintieron fuera del proceso de la Transición, los GRAPO y ETA intensifican sus atentados. El general Alfonso Armada intentó que el Rey le nombrara Presidente sin conseguirlo, se une un mes después al Golpe de Estado.

El fallido Golpe de Estado se gesta en varios escritos publicados en el Diario El Alcázar, bajo el seudónimo “Almendros” y mientras, en España se llega al 17,2% de paro en 1982, un 12,3% más que en 1976, fruto de la crisis mundial y la necesidad de ajustar el sistema productivo español a la nueva realidad política, social y económica. La inflación se sitúa en el 30% y aumenta el déficit exterior. Con el afianzamiento de la UGT y CCOO, entre 1976 y 1980, se producen más de 600 millones horas no trabajadas. Así la CEOE se muestra contraria a los Pactos de La Moncloa.

"Así España se quedó con la Monarquía, el Concordato con el Vaticano, dos Cámaras legislativas, 38 Diputaciones, 17 CCAA, más de 8.000 municipios y unos actores políticos poco o nada cualificados"

La Transición solo fue ocasionada por la muerte de un dictador y dirigida por las élites franquistas que estaban en el poder, el rechazo al cambio se sostuvo hasta que la presión en la calle lo tumbó pero la crisis económica y el aumento del paro llenó el camino de muchas rosas con demasiadas espinas lo que dio pie al eslogan de extrema derecha “con Franco se vivía mejor”. La impunidad de los crímenes del franquismo y el olvido a las víctimas, son vergonzosos lastres que aún tenemos tirados en las cunetas medio siglo después. La juventud española quería viajar al extranjero, escuchar música, ver películas prohibidas y leer a Orwell, Clarín, Fernando de Rojas, Lorca, Valle-Inclán, Machado, Camus, Tolstoi, Dostoievski o Charles Perrault, entre otros.

El camuflaje político en los años de la Transición lo represento con un ficticio diálogo entre los Reyes, ella le dice: “Juanito, yo quiero seguir siendo Reina, con dictadura o sin ella, pero no lo estropees ahora poniendo a los militares en el gobierno, esos nos echan en menos que canta un gallo”. Y él le contesta: “Ya sé que yo no era tu primera opción pero te voy a mantener de Reina, aunque el que vivirá como un Rey seré yo”. Así España se quedó con la Monarquía, el Concordato con el Vaticano, dos Cámaras legislativas, 38 Diputaciones, 17 CCAA, más de 8.000 municipios y unos actores políticos poco o nada cualificados que solo se miran el ombligo como los que nos representan hoy en día, salvo escasas y honrosas excepciones.

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Autores: Carme Molinero y Pere Ysàs. Título: La Transición. Historia y relatos. Editorial: Siglo XXI. Venta: Todostuslibros.

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