Fernando Arrabal, el Premio Zenda de honor 2023-2024, es el autor teatral vivo más representado en todo el mundo. Durante su carrera literaria ha publicado trece novelas, ocho libros de poesía, varios textos para teatro y varios ensayos, entre los que destacan sus libros sobre ajedrez. Sus obras han sido traducidas a numerosos idiomas. Su Carta al general Franco tuvo especial repercusión, publicada en vida del dictador. Arrabal es el único gran intelectual español que no volvió del exilio. Su teatro completo, editado en los principales idiomas, ha sido publicado en dos volúmenes de más de dos mil páginas, en la Colección Clásicos Castellanos de Espasa. El jurado de los Premios Zenda argumentó su decisión de esta forma: «Fernando Arrabal es uno de los creadores más extraños y heterodoxos de los últimos 70 años en el contexto del español. Despliega una intensa obra que va del teatro al cine, del aforismo a la poesía, de la narrativa al género epistolar, de la pintura a la performance».
Este domingo, Fernando Arrabal responde a nuestro cuestionario.
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—¿Qué libro, película, serie, disco y obra de arte salvaría en un diluvio o un incendio?
—¡Tantas!: el teorema de la incompletitud, étant donné (¿la cascada?), el tuba mirum de Berlioz…
—Puestos a salvar, elija una actriz, un actor, un personaje histórico y un político actual.
—¿Tan pocos…?: ¡Noé!
—¿Qué aventura real o literaria le gustaría haber vivido?
—La de Eva… o la de Adán.
—¿Y qué recuerdo personal le gustaría que jamás se perdiera en el tiempo, como lágrimas en la lluvia?
—La aparición de la Virgen en la Malvarrosa de Valencia durante la primera riada.
—¿Cuál es su primer recuerdo de lector?
—La palabra libro antes que colegio.
—¿Cuál es el último libro que ha leído?
—La enciclopedia de aperturas de 2024.
—¿Puede recomendar un libro clásico?
—Teogonía del poeta Hesíodo.
—¿Y uno actual?
—Muchos.
—¿Qué libro no ha podido acabar?
—¿Algún apéndice del Espasa?
—¿Puede recitar de memoria un poema?
—La mayoría de las rimas de Bécquer, Jorge Manrique y tantos otros.
—¿Cuál es la canción más hermosa del mundo?
—¿El “Ave María” de Schubert?
—¿Puede decirnos una heroína y un héroe —literarios o cinematográficos— imprescindibles?
—La verdadera heroína Lis, de Fando y Lis; y luego el Fando de Viva la Muerte.
—¿Y un personaje malvado al que admire?
—¿Otelo?
—¿Tiene una editorial y una librería preferidas?
—Las librerías y los editores de aquí y de allá tras mi ocultación.
—¿Cuántos libros hay en su biblioteca? ¿Qué porcentaje, aproximadamente, ha leído?
—Más de 40.000… ¿Todos los de ajedrez?
—¿Con qué libro se ha emocionado más? ¿Ha llorado tras la lectura de alguno?
—Las penas del joven Werther traducidas al español por el poeta y militar José Mor de Fuentes.
—¿Se ha excitado alguna vez leyendo? Si es así, ¿con qué libro?
—Me ha defraudado muy especialmente el increíble 120 días.
—¿Cuál es el rasgo principal de su carácter?
—Puntualidad.
—¿Y su principal defecto?
—La lujuria, la pereza, la soberbia. Y tantos otros.
—¿Qué aprecia más de sus amigos?
—Que piensen porque tú eres tú y yo soy yo.
—¿Cuál es su ocupación preferida?
—Pintar o escribir casi siempre.
—¿Y su sueño de felicidad?
—Subir por la Vía Láctea a lo más alto del cielo, para volverme a encontrar con la madre Mercedes, Topor, Beckett, Marcel Duchamp, Andy Warhol…
—¿Cuál es el estado actual de su espíritu?
—De estupor.
—¿Qué detesta más?
—Mis innumerables carencias.
—¿Qué faltas le inspiran la mayor indulgencia?
—Las imperdonables para el que cree haberlas cometido.
—Ojalá que no tenga que ir nunca a una isla desierta, pero si así fuera, ¿qué libro se llevaría?
—Cualquier buen tratado de ajedrez.
—¿Y a qué persona?
—¿¡Los mejores se ocultaron!? ¿¡Cuántos, entre los que están felizmente en vida, son dignos de aquellos!?
—Si todas sus respuestas han sido sinceras, diga ahora una mentira.
—Habría que tener una gran memoria para anunciar deliberadamente un hecho que se sabe contrario a la verdad.
“Fernando Arrabal es el autor teatral vivo más representado en todo el mundo.”
Eso es totalmente falso, una mentira que Arrabal cuenta a todos los periodistas y que algunos se creen. Aquí en Francia, nadie habla de él desde hace muchísimos años y no se ve ninguna obra de teatro suya por ningún lado (ni libros suyos en las librerías).
¡Qué mala es la envidia!
Si yo fuera dramaturgo, podrías decirlo. Pero no siendo más que un buen aficionado al teatro, abonado desde hace muchos años a la Comédie Française, tu reflexión es absurda.
Gracias por regalarnos un baño de pureza y de sinceridad; Arrabal y su conocimiento,Arrabal y su espíritu sincero y libres
“El ajedrez no es como la vida, es la vida misma”.
Frase atribuida a Boby Fischer.
A pesar de lo que dicen algunos es el autor vivo más representado en el mundo. Raro es el mes que no se representa Pic Nic en algún lugar del mundo. Raro es el año que alguien no pone en escena Fando y Lis o algunas otras de sus obras. 4000 páginas en papel biblia de teatro. Eso no tiene nada que ver con que en Francia se le vea o se le deje de ver (si es que es cierto lo que algunos dicen. El problema con Arrabal es que siempre hay quien le pone peros por más premios o reconocimientos que tenga.
Arrabal tuvo “ses heures de gloire”, como se dice en Francia, en los años 60. Desde entonces ha caído en picado (no es el único de esa época). Y menos mal que su pasión por el ajedrez le ha salvado totalmente del olvido. Durante muchos años tuvo una crónica muy original sobre ese juego en un célebre semanario francés, que yo leía con frecuencia (porque Arrabal me divierte mucho y juego al ajedrez desde la adolescencia). Hoy ni en el mundillo del ajedrez se habla de él. Por cierto, hace muchos años (¿30?) me crucé con él en el Boulevard Bonne Nouvelle, frente al teatro du Gymnase. Iba con un traje y un sombrero color amarillo chillón y una camisa malva.
Hermosa nota a Arrabal. Tuve la suerte de representar a Lis, de Fando y Lis, en 1980 acá en Buenos Aires.
Estar en una vidriera o en una marquesina todos los años no significa que la gente no le de el valor que tiene o que no lo lean o que no representen sus obras. Significa tener buena prensa. Ser un gran autor es otra cosa. Es Fernando Arrabal.