La ganadora de la última edición del #concursodepoesia, organizado por Zenda y patrocinado por Iberdrola, es Adriana Garzón Portela, premiada con 1.000 euros. Los dos finalistas del certamen, en el que han participado más de tres mil poemas, son María Dulce Kugler y Alberto de Frutos Dávalos, que recibirán por su parte 500 euros cada uno. El jurado ha valorado la calidad literaria y la originalidad de los textos presentados.
A continuación reproducimos los tres poemas premiados. En este enlace puedes consultar las bases del premio. Gracias a todos por participar.
GANADORA
Adriana Garzón Portela
plantas de aire
estamos en una ciudad de puentes amarillos
en un país de cuatro estaciones
jugamos a ser de aquí y soñamos con volver a casa
dejamos atrás los peluches
las cartas de amor que nos dieron en el colegio
las calles sucias las frutas de mil colores
y las tardes de rumi
con las hermanas
te vemos más canas en la pantalla, papá
nosotras también las tenemos ahora
una por cada año lejos y por un amigo menos
que se acuerda de nuestros cumpleaños
somos como esas plantitas que están de moda:
sin agua, sin tierra
y sin raíces
FINALISTAS
María Dulce Kugler
en medio de la ciudad se abre un hueco
para acoger a los amantes
como el que dejan abierto las palomas
cuando arrullan
en el aire de la siesta
o como el cuenco que las manos hacen
para recoger el agua que brota de la fuente
hueco oscuro y tibio
hueco nido
donde todo es dentro
y afuera
se cae el mundo a pedazos
en una llovizna inconsolable
Alberto de Frutos Dávalos
PAPÁ
ni un signo ni una vela blanca
tras poner el pie en la playa subterránea
ni un cerco de minoica sangre
ni tu boca de medusa sellada
tu cuerpo sin límites sobre la hamaca
y mi cuerpo indeciso
yacente como ese fantasma de lino
renuevo mudo y vulnerable
o fervorosa y plateada criatura que desanda el camino
porque delante no hay nada
te encuentro por fin una tarde
me sostienes otra vez como un gigante
y no sé qué decirte mientras caminamos juntos por la playa
tanteando a oscuras nuestra nave
y a lo lejos un niño grita mi nombre


Mi segunda participación:
UN CUARTO PRESTADO
Fuimos desahuciados
por atardeceres en los que mi cuerpo
no era más pensil en llamas,
sino refugio de sombra lenta:
mecedora hueca donde el sosiego no chirriaba.
Dormía sin que los muros murmuraran,
sin que las esquinas reclamaran su forma,
sin que palabras tectónicas se amontonaran
bajo la lengua.
El rumor llegó después:
cuando el silencio encontró su silla en casa,
cuando los pasillos desaprendieron a llevarme a la alcoba,
cuando tus brazos conformaron un hueco informe
que mi cuerpo olvidó cómo poblar.
Ahora me habito
como se habita un cuarto prestado:
con cuidado, con nostalgia,
sin deshacer la maleta.
Es peor que los ganadores. Lo siento.
Arturo, coincidimos de nuevo, y, de nuevo, comparto también mi participación con un poema inédito. Y si me permites la sinceridad, de poeta a poeta, el primer poema que compartiste personalmente me gusta más. Yo solo participé con uno. No encontré una inspiración genuina para forzar que los versos me obedecieran.
EL MUNDO
El mundo encoge, como un elefante
que atraviesa un ojal.
Se agiganta, como cristal soplado.
Se descompone, como manzana
ingerida en la feria bocado a bocado.
En ocasiones, desaparece.
Cada mirada lo llama perol flema anís llama.
Claman cuernos y arpas su nombre.
Ningún oído oye. Tampoco escucha.
Habitado de clavos y de espuelas,
busca la espiga y el arroz en el abrazo,
en el beso, en el plato, en la cama
de sábanas blancas recién lavadas.
Tocar el arroyo, estar al pie del mundo,
y el mundo rodando en tus dos manos.
El oráculo desierto. La profecía proscrita.
Comparto el mío también, con tu permiso, Arturo.
EL MUNDO
El mundo encoge, como un elefante
que atraviesa un ojal.
Se agiganta, como cristal soplado.
Se descompone, como manzana
ingerida en la feria bocado a bocado.
En ocasiones, desaparece.
Cada mirada lo llama perol flema anís llama.
Claman cuernos y arpas su nombre.
Ningún oído oye. Tampoco escucha.
Habitado de clavos y de espuelas,
busca la espiga y el arroz en el abrazo,
en el beso, en el plato, en la cama
de sábanas blancas recién lavadas.
Tocar el arroyo, estar al pie del mundo,
y el mundo rodando en tus dos manos.
El oráculo desierto. La profecía proscrita.
Este es un poema que hace viajar al lector a través de sus imágenes.
No me parecen malos poemas, ni buenos; yo no soy poeta ni escribo ni compito. Pero estos textos son los mejores de entre cientos? Papá, papá, aún no he aprendido a puntuar, por eso apuesto por la pausa versal…
Cierto, aquí todos los poemas han de ser sin puntuación ni mayúsculas, parece una norma.
Lo siento, pero tengo que decirlo: me parece incomprensible.
¿Es imprescindible escribir en minúsculas y sin ninguna puntuación para que el jurado considere dignos de premio los poemas que se envían? No tengo nada en contra de los distintos formatos de poesía pero me sorprende que los tres ganadores tengan el mismo estilo. Dicen que en la variedad está el gusto y aquí parece ser condición sine equa non escribir sin reglas. No lo veo justo, la verdad. En todo caso, enhorabuena a los ganadores.
Echando un vistazo a este y otros concursos organizados por Zenda, parece algo imprescindible para optar. Sí, es, cuando menos, desconcertante
No son malos poemas, pero los mejores entre tantos, no lo creo , desaniman a participar por el nivel de poemas que ganan estos concursos.
Totalmente de acuerdo. Envié un poema hace un tiempo y vi, con varadera insatisfacción, que el mío-que no había salido premiado-era muchísimo mejor. Puede resultar vanidoso… pero fue así.
Son sin duda buenos poema en especial los dos primeros premiados. Si me permiten una sugerencia podría el jurado publicar también qué es lo que han valorado al tomar su decisión. Una crítica literaria al resultado del concurso añadiría valor al mismo. En cualquier caso, les felicito por sus iniciativas en la promoción de este tipo de actividades .
Planta de aire. Sin agua, sin tierra, sin raíces. ¡Vaya! ¿Qué os parece? A mí de pena, y eso que me dije que no iba a meterme.
El hecho de que los autores del poema ganador y los dos finalistas escriban en minúscula no implica que sus obras tengan el mismo estilo, tal como se ha sostenido en una de las muchas críticas aquí vertidas. Críticas, por cierto, poco o nada fundamentadas hacia los seleccionados, finalistas y ganadora. Críticas hirientes e indiscriminadas. Como decía, el estilo depende de muchos otros factores que los meramente formales. Sostener que todos tienen el mismo estilo porque comparten un rasgo es una falacia. Sostener que no se pueden leer porque carecen de signos de puntuación o que son malos porque no riman es directamente intransigencia. Sostener que están muy lejos de Quevedo o Lorca es inevitablemente incomprensible en un espacio abierto a la cultura. Críticas que albergan numerosas faltas de ortografía, errores sintácticos y léxicos, etc., y que paradójicamente se fundamentan en la ausencia de respeto a la norma. Después de lo que he leído en el foro, imagino que muchos de los participantes entrarían en crisis en una exposición o concierto de arte o música contemporáneos. El poema ganador recoge una serie de situaciones e impresiones a lo largo de sus versos de un modo aparentemente inconexo, como si fueran pensamientos espontáneos que se plasman casi sin querer. Todas esas situaciones e impresiones giran en torno al pasado y a la niñez, lo cual aporta coherencia a esa aparente desconexión. Los versos finales dan, bajo mi punto de vista, una absoluta coherencia a lo anterior, sintetizando con una imagen brillante (las plantas de mentira) la existencia presente del yo poético, dando mucho más sentido al mismo tiempo a todo el conjunto. Mientras que el poema ganador se expande sutilmente en impresiones, recuerdos, momentos del pasado…, mostrándose casi como un llanto involuntario, el primer poema finalista se repliega y articula en torno a una imagen muy cerrada, casi claustrofóbica (el hueco), donde el yo poético, atrapado en ese micro universo, asoma finalmente su cabeza al exterior, hacia una “lluvia inconsolable”. Por tanto, el primer poema tiene una estructura más abierta y expansiva, aunque se cierre de modo contundente al final. El segundo poema parte de un espacio cerrado y en él se queda. A nivel estilístico creo que no tienen nada que ver, aunque pienso que los dos son magníficos. Con respecto al último, para mí es como una especie de oración, como un mantra en torno a la figura del padre. Se despliega verticalmente en una especie de meditación que se detiene bruscamente cuando un niño grita el nombre de quien escribe. Por todo lo dicho, creo que hay tres estilos muy diferentes en cada poema y que todos ellos merecen algo más de tiempo de lectura y atención, críticas que al menos estén fundamentadas y, sobre todo, respeto. Enhorabuena a los ganadores, creo que se lo merecen y que el jurado ha estado muy acertado. Yo le doy mi premio a VOLANO, que me cautivó en la primera lectura.
Lo único que me demuestras es que te has leído el artículo archiconocido sobre Virginia Woolf con respecto a Dickens, un autor que rechaza por la marabunta de sus personajes inconexos, y del que salva únicamente su novela autobiográfica David Copperfield porque a la aparente inconexión de la psicología de los numerosos personajes que desfilan ante sus ojos los conecta “la juventud , la alegría y la esperanza”. Sé que duele que a alguien se le diga que ha sido influenciado por tal o cuál poema, y habrá gente que me llame cruel, como en All too well de Taylor Swift. Duele no ganar, pero me he dado cuenta de que es política del jurado no dar galardón a poetas consagrados. En todo caso esto no es más que un portal de comentarios, y yo un mindunguis, y no se me debería dar más importancia.
Hola Jesús Francisco. Mi comentario no era una respuesta al tuyo; creo que lo has interpretado así, pero es un comentario en general, y como tal aparece. No pretendo demostrarte nada porque, de hecho, ni siquiera te estaba respondiendo. De todos modos no he leído ese artículo que mencionas. Lo buscaré y la haré pues parece interesante. Como te digo, no pretendo darte importancia. Solo estoy comentando lo que me parece oportuno e intentando argumentar lo que opino, algo que considero imprescindible incluso en “un portal de comentarios” como este.
Hola de nuevo Jesús Francisco. Me acabo de dar cuenta de quién eres, y quería comentarte algo que me ha estado inquietando. No sé si ha sido una coincidencia, pero en varias ocasiones me ha parecido que tus respuestas hacia mí han sido algo hostiles. Recuerdo especialmente un mensaje en otro concurso que me resultó bastante irrespetuoso. Aquel mensaje desapareció después (quizás fue eliminado o no aprobado), pero lo guardé en una captura de pantalla.
Es posible que haya sido otra persona con tu mismo nombre, pero por el tono y la coincidencia me da la impresión de que podrías ser tú. En aquel mensaje, entre otras cosas, mencionabas que mi agradecimiento hacia mis compañeros parecía excesivo, e incluso utilizaste palabras bastante duras como “lameculos”. También comentaste que era “muy analítica”.
Siento que ese tipo de comentarios pueden resultar ofensivos, y creo que sería positivo mantener un ambiente de respeto y diálogo abierto, sin ataques personales. Entiendo que cada persona tiene su estilo de comunicación, pero creo que es importante cuidar la forma en la que nos expresamos para evitar malos entendidos o generar incomodidad innecesaria.
Dicho esto, respeto tu opinión y tu derecho a expresarte, pero también creo que todos merecemos sentirnos cómodos al participar en este foro. Espero que podamos tener un intercambio de ideas sin necesidad de que este tipo de situaciones se repitan.
Un saludo.
No es algo personal, no eres tan importante, puedo ser sar-cáustico, pero no solo contigo. No le hago caso a los aspectos meramente formales. En el fondo, es ruido de fondo. Si quieres debatimos sobre Virginia Woolf y Charles Dickens, es posible que no nos hagamos querer, pero de nuestras contradicciones se puede sacar más jugo que de cualquier corrillo.
¡Fah! Y Ayuso le dijo a Sánchez “Me gusta la fruta”
Si sos la misma Paula del poema “Encerrada en mi mundo”, me agradaría intercambiar comentarios acerca de ese texto y del tema ´poesía´ en general. Si es de tu interés, va mi e-mail: arganomar@gmail.com
Hola Omar, no soy la misma Paula. Un placer igualmente.
No lo había pensado hasta ahora. Influenciado por mi verso “Al hacerse Dios humano se ha elevado a un nivel superior”. Lo que no había pensado es la importancia que se le da al cuerpo de Cristo. “Este es mi cuerpo” “Esta es mi sangre”. Cómo algo tan material como un cuerpo se eleva sobre el alma. Hace poco leí por Internet un texto corto, de un autor aficionado, lo tengo que buscar, que decía algo así como “el cuerpo es lo que tenemos, el alma es lo que somos”. Visto desde ese punto de vista, ¿cuál es la importancia del cuerpo de Cristo? Yo, lo diré, no creo en Dios, pero en mi infancia creí en él, y me gustan esos temas. No sé, un personaje con el que cualquiera se identifica porque está por encima de todos los demás. Como el indomable Will Hunting. Casi ná.
Bueno, no es de un autor aficionado. Lo del alma y del cuerpo es de C.S. Lewis.
Es al primer concurso que me presento, llevo escribiendo poco tiempo y lo tengo más como hobby, sabia que mi participación se quedaría más en una valentía de compartir mis escritos que en optar a quedar entre los finalistas, estoy abierta a recibir críticas y mejoras de mis poemas, aquí dejo el presentado:
Encerrada un mi mundo,
o expandida en él…
Tan grande dice ser,
pero sus fronteras me enjaulan.
Tan irónico su infinito,
y yo, que solo siento el finito de mis letras.
El mundo entero me conozco,
y solo la parte superficial del mío.
Mi mundo,
escondidos por fortalezas,
que cubren
las debilidades de mis infiernos.
El tuyo,
construido de cimientos
que te muestran los adentros,
los pasajes del orgullo
y la brevedad de tu pena.
Tú, que dices habitar en el mundo,
¿cómo se ve el mío desde fuera?
Mis tres caídas
Escribo como pienso y siento,
sin saber
quién recitará mis versos.
De momento mi esqueleto,
quien aguanta el peso
de mi escarmiento.
La paciencia no es virtud
en mis quehaceres,
primero caigo,
después miro,
no acostumbro a dar rodeos.
Si vuelvo a caer me consuelo
con reverencia incluida.
Y en mi siguiente caída
no reprimo ese arrebato
de darme un golpe ahí arriba,
donde trago mi saliva,
donde lloro mi fracaso.
Buenos días, en Zenda esta ha sido mi primera caída, en la que he participado con dos poemas, uno en verso libre y otro en verso clásico. ( No es este poema ninguno de los dos )
No la considero caída porque no hayan seleccionado ninguno de los dos poemas con los que he participado, si no porque me ha decepcionado un poco que entre los que han seleccionado no haya habido ninguno en verso clásico.
No creo que entre todos los poemas que se han presentado a concurso, no haya tan siquiera uno que mereciera estar entre los seleccionados, no digo ya que ganara, que por lo que he percibido en los comentarios leídos en este foro a lo largo de estos días, eso ya me parecería un milagro, pero por respeto a cuántos participamos en este género, el cual también ha sido convocado, creo y me reitero que debería haber sido seleccionado al menos uno.
Esta es mi humilde opinión.
Como he dicho tras el poema, esta ha sido mi primera caída en Zenda, aún me puedo permitir otras dos, pero seré consciente en todo momento de que si vuelvo a participar, me volveré a encontrar con lo mismo.
De todo corazón, mi más sincera felicitación a todos los finalistas y en especial a los tres ganadores.
Resulta llamativo observar que, en los últimos concursos poéticos, se ha consolidado una tendencia recurrente: la valoración excesiva de la mediocridad frente a otros atributos de mayor relevancia en el ámbito literario. A menudo, se premian obras que destacan por su corrección formal o su aparente inocuidad, en detrimento de propuestas que, si bien pueden resultar más arriesgadas o innovadoras, poseen un mayor calado estético, profundidad temática o originalidad expresiva. Esta inclinación no solo limita la diversidad y el avance de la poesía contemporánea, sino que también envía un mensaje equívoco sobre los valores que deben orientar la creación literaria, priorizando la complacencia sobre la auténtica excelencia artística.
Waooo que poemas tan… faltos de metáforas e imágenes poéticas que hagan pensar al lector. Poemas vagos de poca imaginación onírica. En fin… parece que hasta en la poesía se ha colado el estilo Bad Bunny.
Estoy bastante de acuerdo contigo, Ytsen. Añadir a lo que comentas, que técnicamente son un desastre de poemas, no se encuentra en ellos la más mínima noción de métrica (a alguno le sale un endecasílabo de chiripa), ni tampoco el más mínimo sentido rítmico, ya que han puesto los acentos allí donde han caído, en cualquier sílaba. Lo mejor es que hubiesen escrito prosa (poética), ya que no hay en estos poemas ganadores, justificación alguna para el final de cada verso, haciendo honor a la famosa frase: “Poesía es lo que a mí me da la gana”.
Supongo que los autores no saben nada de técnica en poesía, pero lo más preocupante, es que parece que el jurado, tampoco. Será cosa de la crisis (económica, social, cultural…), pero la realidad es que en estos tiempos, en España cualquiera se hace poeta siguiendo el rastro del dinero.
Justo eso iba a comentar porque me parecen demasiado simples pero no me atrevía… No sé, para nada ganadores y mucho menos de 1400 euros.
Cuando la mediocridad irrumpe en los templos del arte a través de las puertas abiertas de par en par por los mesías de las tendencias, el espíritu de la poesía salta por la ventana. Así a día de hoy todos estos santuarios están llenos…. de nada.
Son muy buenas muestras. De hecho las conservaré en mis archivos para ejemplificar claramente como se debe escribir, mal.
Fulminante el poema ganador. El remate es…
Qué gusto de leer algo así… tan breve, tan tocante.