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La España de Fernando el Católico entre 1504 y 1516

La España de Fernando el Católico entre 1504 y 1516

Un tiempo agitado, pero apasionante de nuestra historia, es el que discurre entre finales de 1504 y comienzos de 1516. Son los años en que mueren Isabel la Católica y su marido. Un tiempo en que Fernando el Católico fue a la vez rey y regente. Era el soberano de la Corona de Aragón y ejerció la regencia en la Corona de Castilla, según se disponía en el testamento de Isabel. Y era reina su hija Juana. Ese es el tiempo histórico en que se desarrolla la novela El Rey Regente. Aquellos años no son una mera prolongación del reinado de Isabel y Fernando. Es cierto que algunas de las empresas fueron continuación de las iniciadas cuando ambos se sentaban en el trono, como los viajes de descubrimiento y exploración de las tierras al otro lado del Atlántico en que se comprobó que, como muchos ya sospechaban, Colón no había llegado a las Indias, sino descubierto un nuevo continente —Núñez de Balboa descubría el mar del Sur en 1513 al que más tarde se bautizaría como océano Pacífico— o la política en Italia, que había tenido como protagonista al Gran Capitán, en vida de Isabel. Pero otras supusieron una novedad como la anexión de Navarra a la Corona de Castilla. Fue un tiempo un apasionante de nuestro pasado en el que continuó cimentándose el que unas décadas después sería el más grande imperio de la Historia, cuando Felipe II quedara proclamado por las Cortes portuguesas, reunidas en Tomar, como rey de Portugal.

"Por las páginas de El Rey Regente aparecen importantes personajes que, por diferentes razones, dejaron su huella en nuestra historia"

Por las páginas de El Rey Regente aparecen importantes personajes que, por diferentes razones, dejaron su huella en nuestra historia. Nos referimos al cardenal Cisneros, recia personalidad que fue arzobispo de Toledo, inquisidor general, ejerció la regencia de Castilla, fue el fundador de la universidad de Alcalá de Henares e impulsó empresas editoriales de gran envergadura. Juana de Aragón, conocida como la Loca, reina de Castilla, al heredar el trono a la muerte de su madre y cuyo paso por la historia está lleno de claroscuros. El marido de Juana, el archiduque Felipe de Habsburgo, cuya ambición lo llevó a expulsar de Castilla a su suegro y aislar a su esposa, la verdadera reina, que murió, según dicen, por beber agua fría después de jugar a la pelota. Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática de una lengua romance, el pintor Juan de Borgoña, que entre otras obras dejó la decoración mural de la capilla mozárabe de la catedral de Toledo, dedicada a la conquista de Orán. La segunda esposa de Fernando el Católico, Germana de Foix, sobrina de Luis XII de Francia, cuyo matrimonio con Fernando el Católico puso en riesgo la unidad dinástica de las coronas de Castilla y Aragón. Será a través de esos personajes de El Rey Regente como el lector se acercará a las dos regencias de Fernando, a la de Cisneros, a la retirada de Fernando a Aragón, a las campañas en el norte de África para controlar los enclaves desde los que los berberiscos atacaban las poblaciones ribereñas del Mediterráneo: Mazalquivir, Bugía, Trípoli Orán… A la anexión de Navarra a la Corona de Castilla, a la lucha contra los franceses en Italia, a la gran aventura que significaban los descubrimientos y exploraciones al otro lado del Atlántico o la aprobación de las leyes de Indias, llamadas de Burgos.

Junto a esos personajes históricos, en la novela El Rey Regente aparecen personajes de ficción como es el caso de Rodrigo de la Cuesta, persona muy ligada a Cisneros, Antón Guarnizo individuo de compleja personalidad que no es lo que parece o Ginesa, una mujer maltratada por la vida. Son ellos quienes ponen al lector en contacto con la vida cotidiana de aquellos años de las primeras décadas del siglo XVI: llevándolo por los caminos de entonces, entrando en mesones y posadas, alternando con mercaderes, o con arrieros que ponen de relieve la forma de viajar, la indumentaria, la comida de entonces. También lo acercan a las relaciones personales con sus dificultades, sus anhelos y sus pasiones, algo que se mantiene en el tiempo porque es consustancial con las personas.

A ello se añade una trama relacionada con uno de nuestros enigmas históricos. La existencia de un posible testamento de Enrique IV, al que llamaron el Impotente.

"¿Hubo testamento? A Isabel la Católica le preocupó su existencia y en sus últimos años de vida fue una obsesión encontrarlo"

¿Otorgó testamento el rey antes de morir? Si fue así, ¿a quién designaba heredera de Castilla? ¿A su cuestionada hija Juana, a la que apocaban con el infamante nombre de la Beltraneja? ¿A su hermana Isabel? Enrique IV reconoció a Isabel como su legítima heredera en el acuerdo de Guisando (1468), considerando a Juana una bastarda. Pero después, en la declaración de Valdelozoya (1470), proclamó como heredera a Juana, afirmando que era su legítima hija. ¿Cuándo decía la verdad?

La existencia de ese testamento está recogida por cronistas como Galíndez de Carvajal, otros, por el contrario, lo niegan. ¿Hubo testamento? A Isabel la Católica le preocupó su existencia y en sus últimos años de vida fue una obsesión encontrarlo. Dejó encomendada su búsqueda a su marido y éste encargó esa misión a Cisneros. Esa será la trama que acompaña a los hechos históricos y tendrá al mencionado Rodrigo de la Cuesta como actor principal.

El Rey Regente es una novela respetuosa con los hechos históricos y con el añadido de una trama ficticia que espero mantendrá el interés del lector hasta la última página.

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Autor: José Calvo Poyato. Título: El Rey Regente. Editorial: Harper Collins. Venta: Todostuslibros.

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