Martín Gaite o la escritura total

Cumpliendo con una deuda impagable adquirida hace años con Carmen Martín Gaite, el profesor José Jurado Morales publica en Visor un compendio de estudios sobre la escritora salmantina. Los capítulos de este exhaustivo trabajo, perfectamente trabados, están dispuestos de manera que trazan un recorrido cronológico total por su obra narrativa, poética y ensayística, insistiendo en los resortes vitales a los que responde su producción literaria.

De hecho, una de las directrices que guía este itinerario por la obra de Martín Gaite es la gran permeabilidad de las experiencias de la autora en su obra. La suya es una escritura con notables huellas autobiográficas, que recurre abiertamente al devenir de su propia existencia, independientemente del género que cultive; especial interés despierta en este sentido su escasamente conocida actividad poética, que en palabras de Jurado podría interpretarse como una suerte de “biografía de su intimidad”.

Como sostén indiscutible de la vida de la autora quedan las personas que la acompañaron y que influyeron notablemente en su escritura, como es el caso particular de su amistad con Ignacio Aldecoa. En este sentido, el capítulo dedicado a ambos autores establece unas reveladoras pautas para conocer las relaciones humanas y las conexiones literarias entre uno y otro, desde que se conocieron en 1943 hasta la muerte de ella en 2000. Una evidente admiración y la demanda involuntaria de un tutelaje parecen ser la deuda que Martín Gaite contrajo con Aldecoa, y que se tradujo principalmente en su producción cuentística, género que dio excelentes frutos dentro de la narrativa de los cincuenta en España y en el que brilló magistralmente la autora de El balneario. En sus cuentos indaga José Jurado para demostrar hasta qué punto sus relatos sirven de medio para plasmar el testimonio de la sociedad española del medio siglo, reflejo de la vida de posguerra a partir de la imagen de sus protagonistas, eminentemente mujeres.

Es este análisis de la realidad de su época —diseccionada con una inteligente y viva mirada— lo que lleva a la escritora a desperdigar en artículos, conferencias o ensayos, abundantes reflexiones e indagaciones histórico-sociológicas sobre temas que han sido rastreados por José Jurado; entre otros, la comunicación entre escritor y lector, la figura primordial del interlocutor en el juego cómplice de la literatura o el reto mismo que entraña el mero acto de leer. Junto a esta, otra de sus inquietudes más íntimas: la idea de que el ser humano vive determinado por la fugacidad del tiempo, por la conciencia histórica del individuo, y en este sentido se hace hincapié en el interés que suscitó en Martín Gaite la vida y la literatura del siglo XVIII.

A raíz de esto, José Jurado nos regala una nueva perspectiva de la autora al advertir el filón ensayístico que se aprecia en el conjunto de su obra, tanto en su concepción de la literatura como en su modo de narrar. El análisis de las claves de su técnica narrativa y de sus impulsos como escritora conducen al siguiente apartado del estudio, en el que se analizan dos de sus últimas novelas: Lo raro es vivir, de 1996, y Los parentescos, publicada póstumamente en 2001. Ambas obras, catalogadas como fruto “de la supervivencia”, alumbran una nueva etapa en la producción de Martín Gaite en la que, desolada por los inevitables reveses de la vida, asume como propio un nuevo tono escéptico, desconcertado e incrédulo, contagiado de la corriente existencialista que recorrió Europa en los años cuarenta. La incursión en sendas novelas, especialmente en la última, lleva al profesor Jurado a perfilar dos marcas de la narrativa presentes desde sus comienzos: la configuración de unos personajes que individualizan sentimientos claramente identificables con los sujetos que pueblan las sociedades posmodernas, y la defensa de la interioridad, de la memoria y de la identidad como instrumentos para interpretar el mundo exterior.

Viniendo de un investigador tan exhaustivo como José Jurado y siendo además especialista en la escritora salmantina, no es de extrañar que este compendio magistral de textos en torno a su obra reúna a modo de capítulo final unas útiles indicaciones —ordenadas y comentadas— sobre la extensa bibliografía publicada sobre la obra de Martín Gaite hasta poco antes de su muerte en 2000. La intención es calibrar la atención que ha merecido su producción literaria, analizar la repercusión crítica de sus obras principales y las perspectivas analíticas desde las que se ha abordado el estudio de su narrativa.

Es, en definitiva, este libro algo más que un riguroso estudio sobre la autora; bajo el correcto estilo de corte académico propio del investigador se advierte la honda gratitud y la admiración de un lector, que desde aquel primer acercamiento universitario a Entre visillos hasta el último capítulo de este libro, se ha visto impresionado por el talento de una de las grandes escritoras que ha dado la narrativa española del último siglo. Los estudios que aquí se recogen corroboran —a modo de involuntario homenaje— la vocación de Martín Gaite por una escritura total y desvelan el hallazgo de una mujer de letras en el sentido más extenso, más noble de la expresión; noble porque pretendió ⎯a pesar del dolor implícito⎯ vivir y escribir desde una actitud transparente, franca y sobre todo lúdica.

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Autor: José Jurado Morales. Título: Carmen Martín Gaite: El juego de la vida y la literatura. Editorial: Visor. Biblioteca Filológica Hispana, nº 196. Venta: Casa del libro