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Quinientas páginas que exceden el clásico true crime

Quinientas páginas que exceden el clásico true crime

El factory del thriller de campus puede, a estas alturas, resultar trillado para el ojo entrenado o, por el contrario, salir airoso en una novela true crime de 500 páginas sostenida por una elaborada estructura que, sin embargo, resulta sencilla de leer. Al contrario, Tengo algunas preguntas para usted, de Rebecca Makkai, puede llegar a ser una experiencia compulsiva, cuando se ha atravesado la primera sospecha de que es algo más de lo que parece. El tema del libro no deja de llevarnos al noventoso Twin Peaks —o si prefieren, a la contemporánea Élite— como la personaje principal, graduada en 1995, es llevada a confrontar con ese oscuro pasado, donde la aparente apacible vida estudiantil se enturbia cuando una alumna de 16 años aparece muerta en la piscina.

Una protagonista y voz, Bodie Kane; su compañera de habitación de Thalia Keith, la clásica víctima del tipo Laura Palmer y el pronombre que enhebra el relato desde los primeros capítulos: el usted, referenciado inicialmente, alusivo a un personaje en ciernes que, asumimos, está vinculado con el o los asesinos de la joven. El verdadero, claro, porque desde el inicio ya sabemos, a través de la incursión de Bodie en el tiempo pretérito y en el presente, que hay un culpable inocente y perfecto para la sospecha: un entrenador afroamericano que ha sido condenado. El tema es cómo llegamos al desenlace, y es allí donde Makkai despliega su artificio con una fluida narrativa erigida sobre un esquema narrativo que no se priva de flashbacks y giros ingeniosos; de manera que el cómo y el enfoque constituyen la clave del suspense del libro.

"El ser parte de algo es otro de los subyacentes abordados por la novela, al indagar sobre la pulsión actual por la sobreexposición"

A través de la perspectiva de Bodie, abordamos temas como la era de vigilancia virtual y, al mismo tiempo, el conservadurismo propio de una zona rural como New Hampshire —curiosamente, un lugar con bajo índice de criminalidad—, entre cuyos fríos bosques se encuentra la institución, Granby, a la que ha regresado el personaje con el pretexto de dar un seminario. Un internado que, como todo lugar de élite que se precie, tiene su estatua del fundador, su Torre del Reloj, su espacio de tejes entre estudiantes que especularán sobre la sexualidad y las adicciones, entre otras prácticas supuestas de la víctima. Para algún despistado no familiarizado con ese microcosmos —a estas alturas, insisto, algo improbable— y esa geografía rural puede que sea complicado conectar al inicio, aunque a la postre se sentirá miembro de la comunidad descrita a lo largo de las páginas.

Makkai sacudió el mundo literario con su novela Los Optimistas, finalista del Pulitzer y premio Llibreter en Barcelona, en la que perfila la epidemia del sida en Chicago. En esta nueva novela, la autora se nutre del apogeo y la fascinación del género para salpimentarlo con herramientas a la que nos entregamos con pasión: las redes, las denuncias públicas virtuales, la cancelación en plataformas, los podcasts —la protagonista produce uno con cierto éxito—, el movimiento Me Too… El relato entrecruza dos dimensiones, por cuyas vías discurre el libro: los noventa de tecnología analógica, y los actuales, donde no queda nada por exponerse en público. Adosado a ello, hay en el texto una crítica a la técnica de investigación policial —plagada de errores en el caso— y al abuso sexista sufrido y naturalizado por la protagonista; el bullying y hasta la agresión física recibida en su época de estudiante por varones de Granby cobran otra magnitud a la luz del feminicidio: “Solo ahora podía calcular el peso total y feo de todo eso”.

"La novela evita la violencia gratuita y presenta a dos personajes importantes como la víctima y el acusado injustamente como los protagonistas de dos vidas robadas"

Hay también referencias a la manera de percepción social por ese tipo de crímenes. Cuando una alumna del seminario de Bodie, por ejemplo, dice en referencia al crimen de Thalia “veo tanto fetichismo” y “no quiero ser otra chica blanca que se ríe de los asesinatos”, es una postura compartida por la protagonista que explicita su desagrado por el hecho de que las víctimas puedan “convertirse en propiedad pública, sujetas a la imaginación colectiva”.

Eso, precisamente, el ser parte de algo, es otro de los subyacentes abordados por la novela, al indagar sobre la pulsión actual por la sobreexposición y la tendencia de tener que optar por la trinchera que confronta a la que tenemos enfrente, en una incursión propia de la dinámica de este tiempo.

Por último, hay que decir que la novela evita la violencia gratuita y presenta a dos personajes importantes como la víctima y el acusado injustamente como los protagonistas de “dos vidas robadas” en una organización casi ética del texto y también, por cierto, esquiva el cierre típico y clásico del género, dejando un final abierto, aunque lo suficientemente claro para que el lector descubra lo que en verdad sucedió.

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Autor: Rebecca Makkai. Título: Tengo algunas preguntas para usted. Traducción: Aurora Echevarría. Editorial: Sexto Piso. Venta: Todos tus libros.

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Daniel Posse
9 ddís hace

Maravilloso comentario y análisis de la obra.