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4 poemas de Florencia del Campo

Florencia del Campo es una narradora, poeta y editora nacida en Buenos Aires, Argentina, en 1982. Desde el año 2013 vive en Madrid. Su primera novela publicada en España se titula La huésped (Base Editorial, 2016). Con ella, fue finalista del Premio Equis de Novela Corta 2014. Un año más tarde publicó Madre mía (Caballo de Troya, 2017) y en 2019 resultó ganadora del L Premio Internacional de Novela Ciudad de Barbastro con La versión extranjera (Pre-Textos, 2019). En 2020 publicó su primer poemario, Mis hijas ajenas (Premio La Bolsa de Pipas, Editorial Sloper) y ese mismo año publicó Soy (Editorial Barrett, 2020), su primera novela juvenil. Tiene, además, algunas novelas publicadas en Argentina en sellos independientes y libros infantiles publicados en España.

***

Mis hijos ajenos

No vine a ser madre, vine
a tener mil hijos y ninguno es mío;
vine a la vendimia a recoger uvas,
trabajo temporario,
y a brindar con otra cepa
cuando haya una ocasión.

No vine a escuchar que soy egoísta

por no ser madre, ni a
que me lo digan mil veces,
por cada hijo que tuve;
vine a recoger el manto
que tapaba un género,
trabajo femenino,
para vestir a otra generación.

Tengo mil hijos y ninguno es mío.

Todos mis hijos ajenos
me recuerdan que vine a
ser madre,
trabajo de escritura,
y a tacharlo todo, renglón
a renglón.

***

Blablabla

Hablas

al tiempo que yo pierdo
una palabra que designe el cuerpo
discurso que diga cansancio.

Siempre a contratiempo:
tu aprendizaje en mi vejez
como algún día serás tu
vida en mi muerte.

Mis arrugas en tus embarazos
pero nada de envidia, solo intenciones
de un duplicado,
por si nos perdemos.

Y mientras tanto el balbuceo

o alguna palabra cierta
en torno a una figura enclenque
para tu sostén.

Para mi vientre-mamut
que sigue inflado
para una choza-mutua
de lenguas maternas.

***

Arrancarse los pelos

¿De qué va esto?
Hablan de arroz, de biología.
Yo marqué cruces en los casilleros
a tiempo
hice caso a agujas con velocidad
de segundero.
¿Y ahora qué? ¿De qué va el cuerpo?
Yo barrí mis pelos del baño anoche
manipulé el cepillo desde un palo
y al darlo vuelta para descargarlo
me sentí muerta, no vieja: muerta
la vida se mostraba enredada en
esas cerdas que barrieron.
Un campo de venas blanco, sistema
nervioso central
yo periférica.
¿Entonces cómo? ¿De qué va el resto?
Crucé el campo con los dedos, los moví
entre las cerdas
y por fin tiré, arranqué aquello, eso que
todos juntos y enredados, pálidos,
glóbulos blancos, parecían formar:
un sistema.
Yo tan anárquica sin método.
¿Luego qué? ¿De qué va el texto?
De pelos con canas que en el cepillo
de suelo conforman esta vida otra
diferente a la que se esperaba que
gestara.
Del sistema circulatorio entre las
cerdas.
¿Qué queda de mi cuerpo?
El arroz era blanco y se pasaba
a nadie le gusta que quede espeso.
Yo apagué el fuego a tiempo, cené el arroz
limpié con sumo esmero el baño.
Luego vino el retroceso:
perder instinto,
paciencia,
deseo,
el pelo.

***

Puro egoísmo

Yo no hice ese pacto contigo.
No te dije que podías venir
y robarme el cuerpo y el tiempo, no.
Yo no hice ese pacto contigo.
Que podías venir a mi casa
poner muebles en mi habitación
llenar los rincones con babas
para aromar hasta mi piel, hasta
unas sábanas con seda blanca, no.
Yo no te dije que podías tomar
mis cosas, que podías anularme.
Que podías robarme la belleza
hacer de mí un estropajo sucio.
Que podías dejarme en jirones
transformarme en modos
de materia en fragmentos, en porciones
pequeñas para morirme de hambre
de ser la que era, no
yo no hice un pacto contigo.
Nunca dijimos que podías llorar
todo el rato y yo nunca, que podías
gobernar el imperio de mis tres
cosas, solo tres cosas tenía.
Arrebatarme las manos
robarme el silencio, no, yo no dije
que secuestraras mis pechos,
que acumularas mis síntomas que borraras
mi sexo etéreo.
Tú no me dijiste que ibas a implorar
blandura de algodón mientras apagas
carbones con la boca e intoxicarnos,
si es que dormimos, con el humo que dejas.
Yo no lo hice, no.
Ni siquiera hice un pacto conmigo.
Te traje al mundo sin consultarme.

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