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Fotógrafos (II): Gianfranco Tripodo, Andrés López, Thomas Canet y Raúl Cancio

Fotógrafos (II): Gianfranco Tripodo, Andrés López, Thomas Canet y Raúl Cancio

Segunda entrega de Fotógrafos, sección en la que Jeosm, fotógrafo de Zenda, entrevista simultáneamente a cuatro compañeros de profesión en plena crisis del coronavirus. En esta ocasión es el turno de Gianfranco Tripodo, Andrés López, Thomas Canet y Raúl Cancio.

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Gianfranco Tripodo

Fotógrafo italiano afincado en Madrid, miembro de la agencia Contrasto, Gianfranco Tripodo ha desarrollado su trabajo profesional en la escena editorial internacional, publicando en cabeceras como The New York Times, Time, Le Monde, El País Semanal, L’Espresso, Icon, GQ, Esquire, Monocle, etc.

El autor ha sido también reconocido con un World Press Photo Award en 2015, ha sido finalista del Lumix Award y del Premio Ponchielli y su libro Frontera Sur ha entrado en la shortlist del Mejor Libro Photoespaña 2016.

Para saber más sobre el trabajo de Gianfranco:

Instagram: @gtripodo

gianfrancotripodo.com

—¿Te consideras artista? ¿Por qué o por qué no?

—No, no me considero un artista. Nunca lo he pensado, siempre me he sentido cómodo con simplemente hacer fotografías.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo clásico que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Me salto la regla y te digo dos, uno del ámbito documentalista y otro en el retrato. Gilles Peress “Telex Iran” y Richard Avedon “In the American west”. El primero, porque cuando vi este libro se me abrió un mundo: de repente vi que la composición fotográfica no tenía que estar necesariamente dictada por reglas estrictas, sino que dentro del rectángulo podían ocurrir mil cosas a la vez, y que el aparente caos podía ser hermoso. Del trabajo de Avedon me fascinó lo contrario, la belleza de lo austero, de lo esencial.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo actual que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Seguramente el trabajo de Paolo Pellegrin. Es un fotógrafo documental de la agencia Magnum que a lo largo de su carrera ha sabido crear una obra única, poética y absolutamente personal. Durante mas de 30 años ha fotografiado de todo: guerras, crisis, actores de Hollywood, publicidad para grandes marcas, campañas de moda… y sin embargo su forma de mirar es extremamente personal.

—Hablamos de tu libro favorito.

—No tengo un libro favorito en absoluto, lo que veo o leo está directamente influenciando por el contexto o el estado de ánimo en el que me encuentro. De las ultimas cosas que he leído, he disfrutado mucho con la trilogía de El Cartel de Don Winslow. Son tres novelas de género policíaco sobre la historia del narcotráfico en América. Apasionante.

—¿Qué película recomendarías a todo fotógrafo?

Mulholland Drive, de David Lynch.

—¿Qué es lo que más valoras en una fotografía?

—La sinceridad en la mirada.

 —¿Que supuso para tu trabajo ganar un World Press Photo?

—Fue un bonito reconocimiento y estoy agradecido de haberlo recibido. No ha cambiado mucho mi forma de hacer las cosas y tampoco creo que los premios te hagan mejor o peor fotógrafo.

—¿Qué importancia tienen en tu trabajo las redes sociales?

—Actualmente no tienen la importancia que deberían. Reconozco que no soy muy hábil al manejarlas y utilizarlas en mi favor. Creo que debería utilizarlas más, o tal vez mejor. No consigo encontrar “mi voz” cuando me expreso con ellas. Desde luego es algo que me gustaría mejorar.

—¿Cómo esta siendo tu día a día en esta cuarentena?

—Bastante ajetreado. Tengo dos hijas pequeñas y prácticamente todo el día hay algo que hacer, tanto con las tareas domesticas como por trabajo. El volumen de los encargos ha bajado pero he seguido trabajando para clientes, y compaginar todo a la vez ha requerido mucho esfuerzo y coordinación de mi parte y de mi mujer, que mientras tanto teletrabaja desde casa. El único hobby que me concedo cada día es pedalear una hora, soy muy aficionado al ciclismo. Antes con el rodillo en casa y, ahora que se puede salir, algunas mañanas madrugo y a las 09:00 estoy de vuelta en casa para los desayunos de las pequeñas.

—¿ Cómo crees que será la vuelta a tu trabajo después de esta situación?

—La verdad es que no tengo una respuesta. Yo me he movido siempre en dos mundos bastante distintos entre ellos, sobre todo en cuanto a dinámicas de trabajo: la fotografía documental pura y dura de ir solo a los sitios y documentar lo que está pasando y el retrato editorial, donde la situación está mucho más controlada. He mezclado los distintos acercamientos y eso me ha dado sin dudas muchas ventajas a la hora de trabajar, porque soy muy flexible.

Creo que esto es y será un punto a favor, porque puedo trabajar solo y con pocos recursos en cualquier circunstancia, y me adapto fácilmente a las diferentes situaciones al no necesitar tres asistentes y un camión lleno de equipo para hacer unas fotografías. Ahora mismo, además, creo que sería inviable, y digamos que me encuentro en una posición estratégica aventajada respecto a otros fotógrafos. De todos modos, siempre he pensado que los momentos de crisis sirven para replantearse las formas en las que hacemos las cosas para seguir siendo relevantes y aportar valor a lo que creamos. No hacerlo sería perder una oportunidad muy grande.

Andrés López

Fotógrafo profesional dedicado a la fotografía de naturaleza y viajes desde hace más de una década. Ha publicado en National Geographic USA y en revistas de naturaleza españolas. Diseñador gráfico e interiorista de profesión, desde pequeño se ha interesado por la naturaleza y el medio ambiente, lo que lo ha llevado a ser miembro destacado de varias organizaciones ecologistas de nivel nacional. Fue cofundador de la Asociación de Fotógrafos de Naturaleza de Madrid (FONAMAD), y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Fotógrafos de Naturaleza (AEFONA). Actualmente desarrolla su actividad profesional entre la fotografía comercial y proyectos fotográficos solidarios, imparte charlas y ponencias por toda España y es embajador de la marca Olympus España.

Podéis poder seguir el trabajo de Andrés en su cuenta de Instagram.

—¿Te consideras artista? ¿Por qué sí o por qué no?

—La fotografía es una disciplina artística, y por lo tanto, para mí es evidente que cualquiera que utiliza la fotografía como medio de expresión puede ser considerado artista. En la escuela de arte fue cuando cogí una cámara en serio por primera vez, y fue cuando me di cuenta de que, a pesar de que mis aspiraciones iban más por la pintura y el dibujo, fotografiar era casi igual pero en décimas de segundo. Al fin y al cabo, encuadrar, componer, buscar la luz y encontrar la forma de expresarme con una foto no era muy distinto a ponerme delante del lienzo.

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—¿Qué otras influencias tiene a parte de la fotografía?

—Mi formación académica me ha llevado a tocar “muchos palos”, y sobre todo la arquitectura ha influido mucho en mi vida. Por otro lado, mi amor por la naturaleza, los animales y el medioambiente también ha dejado impronta en mi cabeza, sobre todo la parte más visual, el paisaje, que me ha llevado durante muchos años a trabajar la fotografía de esta disciplina.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo clásico que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Clásicos hay muchos, pero el que más quizás ha sido Henri Cartier-Bresson y esa capacidad innata que tenía para captar “el momento”. Mucho de eso ha influido en mi obsesión por captar el instante mágico de una expresión, o una acción de mis protagonistas en la fotografía que realizo.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo actual que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Realmente tengo dos fotógrafos que me han marcado profundamente, cada uno de ellos con un trabajo. Hace ya unos cuantos años conocí uno de los trabajos que hizo el fotógrafo Art Wolfe, dedicado a fotografía de naturaleza y animales salvajes. Realizó un trabajo soberbio en un libro llamado The Living Wild, que mostraba a los animales salvajes en su entorno, en el paisaje donde nacen, viven y mueren. Era algo que a un fotógrafo de naturaleza como yo, obsesionado por conseguir el primer plano de un ave salvaje y tener el mejor equipo fotográfico del momento con los mayores teleobjetivos posibles (hipercaros), me dejó alucinado. Tan importante como mostrar el primer plano de esa ave era mostrar donde vivía, porque era fundamental tanto una foto como la otra para su conservación y protección. La belleza del paisaje refuerza la importancia del animal.

El otro gran trabajo de que estoy absolutamente enamorado desde hace años es el que realiza el fotógrafo de National Geographic Joel Sartore. Hace años decidió recorrer zoológicos de todo el mundo fotografiando animales en peligro de extinción de los que pocos ejemplares sobreviven en estos lugares. Los fotografía sobre fondos planos, negros o blancos, como si fuera en estudio. Me maravilló cuando vi sus primeros reportajes. Fotografiar a un animal con ese estilo “estudio”, sin distracciones, solo como protagonista el animal, con todos sus detalles de la piel o plumas, colores, etc. Me explotó algo en la cabeza literalmente. Cuando decidí lanzarme a visitar refugios de animales abandonados y maltratados, reconozco que estuve muy influenciado por el trabajo de Sartore.

—Hablamos de tu libro favorito

—Tengo muchos, pero si tengo que elegir uno de fotografía sería Éxodos, de Sebastiao Salgado. Y si tengo que elegir uno de lectura fotográfica me quedo con ¡Consigue la foto!, de John G. Morris, donde cuenta su trabajo como editor gráfico de los grandes fotógrafos de Magnum, en la revista Life, en el Washington Post, etc. Una vida fascinante.

—¿Qué película recomendarías a todo fotógrafo?

—El documental War Photographer, que se desarrolla alrededor de la figura y el trabajo del fotógrafo James Nachtwey. Creo que es fundamental verlo para comprender lo que lleva a un fotógrafo a hacer lo que hace. Para explicarme mejor, uso el maravilloso lema de Spiderman: «un gran poder conlleva una gran responsabilidad». Nachtwey nos cuenta cómo su vida ha sido la que ha decidido él tener para poder ir con su cámara a los peores lugares del mundo y mostrar a la sociedad la maldad de la guerra. Su compromiso con la sociedad ha sido usando una cámara fotográfica.

—¿Qué es lo que más valoras en una fotografía?

—Indudablemente, la sinceridad. Una imagen, si es buena, no miente ni engaña.

—¿Qué te aporta retratar animales, sobre todo gatos y perros, que no te dé el retratar a personas?

—Para responder esta pregunta, vuelvo a al anterior: la sinceridad de sus miradas. No hay nada más demoledor para el espíritu humano que la mirada de un perro apaleado y ahorcado en una encina en medio del campo, rescatado in extremis y que, en algún momento retrato, se recupera de sus heridas. Hay algo en esa mirada que no hay cámara que lo soporte. Ni espectador.

—¿Cómo está siendo tu día a día en esta cuarentena?

—Siento decir esto, porque sé que hay mucha gente que lo está pasando mal encerrada en casa, pero a mí me ha venido muy bien. Mi trabajo fotográfico con animales abandonados me ha tenido seis años a pleno funcionamiento. No había fines de semana, no había vacaciones, siempre había un reportaje más, un refugio más. Así que obligarme a parar, para mí, ha sido como darme unas vacaciones inesperadas. Estoy leyendo mucho atrasado, disfruto de mis gatos muchas horas, algo que habitualmente no puedo hacer por el curro, veo pelis y series, casi diría que me lo estoy pasando muy bien.

Thomas Canet

Thomas Canet (Berlín, 1975) es fotógrafo autodidacta. Comenzó su carrera como fotógrafo editorial en el año 2008 y, desde entonces, se especializa en retrato editorial y publica en las principales cabeceras nacionales e internacionales. También realiza numerosas portadas de discos, fotos de promo y videoclips para músicos como Andrés Calamaro, Ariel Rot, Loquillo, Jorge Drexler o Pablo Alborán. En 2008, participó junto a Diego Vasallo, Suso Sáiz, Joserra Semperena y Rafael Berrio en el proyecto Lieder. En 2010 presentó un documental sobre la figura del músico Diego Vasallo, Anatomía de una ruina, y publicó junto a Carlos Tarque, vocalista del grupo M-Clan, el libro Sótanos, tierra y montañas rusas, en el que entremezcla sus imágenes con los poemas de Tarque. En 2017 publicó su primer libro monográfico, Criptogramas, editado por Demente Ediciones. Desde el año 2009 hasta el 2019, ha sido embajador europeo de Sony. Ha expuesto su trabajo en España, Estados Unidos, Italia y Alemania.

Para saber más sobre Thomas: www.thomascanet.com

Facebook: thomascanet

Instagram: @thomascanetphoto

—¿Te consideras artista? ¿Por qué sí o por qué no?

—Difícil pregunta, porque la palabra artista tiene la sombra muy alargada. Pero no me dejas más remedio que decir que sí, me considero artista.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo clásico que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—A lo largo de los años me han influido muchos fotógrafos, y en el ámbito del retrato me es inevitable pensar en Richard Avedon. Me interesa mucho la mirada frontal y su actitud ante los retratos personales, ese fondo blanco que aísla al modelo de su entorno. Pero también me atrevería a recomendar a Robert Frank, en particular su trabajo a partir de los años 70, cuando inicia un camino totalmente personal en el que rompe con la narrativa tradicional y comienza a intervenir los negativos. Frank es un fotógrafo al que siempre vuelvo, su capacidad de emocionar y comunicar con lo más pequeño es de otro mundo.

Leonor Watling.

Criptogramas.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo actual que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Creo que todos los fotógrafos que hemos hecho fotografía musical conocemos y al menos respetamos a Anton Corbijn. Me fascina su aparente sencillez técnica y de planteamientos y cómo crea retratos icónicos sin romper la máscara de los fotografiados.

—Hablamos de tu libro favorito.

—¡Otra difícil pregunta! No tengo realmente libro favorito, pero siempre me acompañan Las Afueras, de Pablo García Casado, o alguno de los libros de Karmelo C. Iribarren.

—¿Qué película recomendarías a todo fotógrafo?

Chungking Express, de Wong Kar-Wai. En la secuencia inicial está la biblia.

—¿Qué es lo que más valoras en una fotografía?

—Su capacidad de erigirse en lenguaje y la posibilidad de comunicar a través de una experiencia puramente visual.

—Tu trabajo se centra principalmente en el retrato editorial y discográfico, ¿qué te llevó a dedicarte a esta rama de la fotografía?

—Como suele ocurrir muchas veces, lo mío fue un accidente buscado. Empecé a hacer retratos de músicos en mi tiempo libre y a los pocos meses se me abrieron las puertas de la industria.

 —¿Qué importancia tienen en tu trabajo las redes sociales?

—La verdad es que menos de la que debería. Me cuesta mucho dedicar tanto esfuerzo a la autopromoción constante. ¡Prefiero fotografiar!

Santiago Auserón.

—¿Cómo esta siendo tu día a día en esta cuarentena?

—Mi día a día se desarrolla con calma, cuidando y disfrutando de la familia, a la vez que intento aprovechar los momentos tranquilos para revisitar autores.

—¿Cómo crees que será la vuelta a tu trabajo después de esta situación?

—Es todo un misterio. No es un secreto que el sector discográfico y editorial tal y como los conocemos tienen más pasado que futuro, y esta situación se ha agravado más si cabe con la crisis del coronavirus. Además, estamos asistiendo en redes a una devaluación absoluta de la cultura y de la fotografía en particular, con una saturación de oferta gratuita que a medio plazo va a ir en nuestra contra. No tengo muy claro que vaya a haber vuelta, será el comienzo de una nueva etapa con nuevas reglas.

Raúl Cancio

Raúl Cancio (Madrid, 1943) comenzó su carrera en el Diario Pueblo en 1963, donde ocupó el cargo de redactor jefe de fotografía.Fue fundador, junto a Emilio Romero, del diario El Imparcial. En 1980 se incorpora al diario El País, desempeñando varios cargos hasta llegar a ser redactor jefe del departamento de fotografía. Fue fundador de la revista deportiva Don Balón, colaborador del diario Dicen… en Barcelona y subdirector del Diario AS entre 1996 y 1998, hasta que se vuelve a incorporar a El País como redactor jefe de los suplementos dominicales. Es fundador y profesor de la Escuela de Periodismo de El País, y también imparte clases de fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Madrid. Fue enviado especial del Diario Pueblo a la Feria Mundial de Nueva York entre 1964 y 1965; y fue Popular del mismo medio en 1968.

Fue fundador y presidente de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos (ANIG) entre 1976 y 1986. Participó en la Bienal Internacional del Deporte en el Arte (BIDA) en el año 2003. Ha cubierto 5 mundiales de fútbol, 4 campeonatos europeos, 3 juegos olímpicos y 3 campeonatos del mundo de atletismo. Premio Nacional de Periodismo, 1984. Premio Nacional de fotografía deportiva, 1988. Premio Nacional de Artes y las Ciencias, 2004. Ha recibido diversos premios de fotoperiodismo en Fotopress. Premio Comunidad de Madrid la cruz del 2 de Mayo. Orden en el grado de Encomienda de Número.

—¿Te consideras artista? ¿Por qué sí o por qué no?

—No, no me considero artista… simplemente fotoperiodista. Artista era mi padre, que fue actor de cine de los años 40-60.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo clásico que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Sin duda, para mí el mejor fue Henri Cartier-Bresson. Inventó el periodismo gráfico.

Andy Warhol.

Vicente del Bosque.

Doris Lessing.

—Recomiéndanos el trabajo de un fotógrafo actual que haya influido en tu trabajo y cuéntanos por qué.

—Gorka Legarcegi. Pura sensibilidad, gusto y entrega en su trabajo, crea imágenes llenas de vida y muy potentes.

También recomiendo el trabajo de César Lucas Abreu. Fotógrafo de viajes. Muy técnico y cuidadoso con su trabajo. Colaborador de El País y la revista Viajar. Su ultimo proyecto congeló cientos de imágenes de este Madrid eterno, sus encuadres y sus fotos tenían una gran potencia, como su silencio. Era tímido y muy callado. Ha sido una gran perdida para el fotoperiodismo patrio. DEP.

—Hablamos de tu libro favorito

El Extranjero, de Albert Camus. Me enganchó por cómo empieza la novela, con ese inicio tan duro. Realmente es una novela espectacular.

 —¿Qué película recomendarías a todo fotógrafo?

—Prefiero las de blanco y negro, me gustan más. Hay muchas maravillosas, no podría recomendarte sólo una.

Entierro Tierno Galván.

Fernando Martín.

María Zambrano.

—¿Qué es lo que más valoras en una fotografía?

—El instante irrepetible.Y que contenga la máxima cantidad de información.

—¿Cual crees que ha sido la fotografía más importante de tu dilatada carrera?

—Todas, unas más y otras menos, pero siempre las hice con gran cariño y entrega. Unas tuvieron su premio, la primera página del periódico y otras no. A todas las quería por igual.

—¿Qué diferencias encuentras en el sector fotográfico de hoy respecto al que tú viviste?

—Cambió todo para bien… Comparar cómo se trabajaba antes con cómo se hace ahora nos daría para una charla de varias horas.

—¿Cómo esta siendo tu día a día en esta cuarentena?

Llevo en cuarentena cerca de dos meses. Algo aburrido, mucha lectura, televisión; hago fotos desde mi ventana. Pero estoy feliz, porque toda mi familia está bien. ¡Eso es lo más grande!

Salvador Dalí.

Santiago Bernabéu.

Último partido de Pirri.

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