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Escritoras, la literatura como salvación y libertad

Escritoras, la literatura como salvación y libertad

La literatura como un espacio de salvación y libertad para las mujeres es el asunto central de Escritoras (Lumen), un volumen ilustrado que revisa la vida y la obra de escritoras españolas desde finales del XIX hasta Carmen Martín Gaite (1925-2000), a cargo de las sevillanas Carmen G. de la Cueva, escritora y editora, y Ana Jarén, ilustradora.

Emilia Pardo Bazán, María Lejárraga, Elena Fortún, Carmen Laforet y Ana María Matute son otras de las escritoras de las que Carmen G. de la Cueva (Alcalá del Río, Sevilla, 1985) traza unas semblanzas biográficas y Ana Jarén (Sevilla, 1985), además de retratarlas, ilustra el transcurso de sus biografías con sus dibujos, algunos de aire onírico.

Carmen Baroja y Victoria Kent también comparten estas páginas con otras mujeres que dedicaron buena parte de su actividad intelectual al estudio y al rescate de la obra de escritoras, como Marisol Dorao, que dio a conocer la vida y la obra de Elena Fortún, o Carmen de Zulueta.

Escritora y profesora, Carmen de Zulueta, hija del ministro de la República Luis de Zulueta, desarrolló su labor en Estados Unidos y su perfil intelectual sirve para conectar con instituciones como la Residencia de Señoritas, primer centro oficial destinado a fomentar la enseñanza universitaria para mujeres en España, dirigido por la pedagoga institucionista María de Maeztu, otra de las protagonistas de Escritoras.

Carmen G. de la Cueva ha dicho a EFE que Escritoras no es una sucesión de biografías de escritoras sino que «como el ensayo anglosajón es una mezcla de reflexiones, de fragmentos autobiográficos y de mirada personal sobre estas autoras, un género híbrido que es muy accesible para el lector».

La autora, ha asegurado, ha tratado de hilar su propia experiencia personal como escritora y editora, y su vida, madre de un hijo, con la de estas mujeres para las que la literatura significó una tabla de salvación cuando la vida cotidiana las coartaba por las costumbres, por la falta de tiempo o por la maternidad.

De la Cueva considera necesaria la reivindicación de estas mujeres, de su obra y de su experiencia vital, mientras que no formen parte del canon y de un reconocimiento académico pleno, y ha lamentado, por ejemplo, el desconocimiento que pesa sobre la figura de Carmen Baroja pese al elevado valor literario de sus memorias, o que a Elena Fortún solo se la conozca por ser la creadora de Celia.

«Cuesta mucho hacerse escritora», es una de las frases de Escritoras que De la Cueva ha asegurado que sigue teniendo actualidad no solo porque las condiciones materiales no sean favorables a las mujeres que aspiran a serlo sino porque siempre se les hace más difícil confiar en su propia voz, como hicieron las protagonistas de este libro.

A diferencia de lo que sucede con los hombres, De la Cueva ha asegurado que a las mujeres se las desautoriza o, sencillamente, no se les presta atención cuando ya desde pequeñas expresan sus deseos literarios, y ha puesto como ejemplo la diferencia entre el número de obras presentados por hombres y por mujeres tanto a premios literarios como a las editoriales.

De la Cueva, que fundó el sello editorial La Señora Dalloway, que rescató entre otras obras los Diarios de Teresa Wilms Montt, ha asegurado que siempre concibió Escritoras como un libro ilustrado y que antes de acometer este proyecto sentía gran admiración por la obra de Ana Jarén, de quien incluido tenía colgada una ilustración en una pared de su casa.

Ana Jarén, autora de Amigas (2020) y Astrología para colorear (2022), comenzó como ilustradora en el mundo de la moda para posteriormente ampliar sus temas y colaborar en publicaciones como The Washington Post, Vogue y Marie Claire.

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