
—El amor no se acaba sólo porque dejemos de vernos. ¿No? La gente sigue amando a Dios toda la vida, sin verlo.
Esta intensa relación, al margen del matrimonio de Sarah, se mantiene con el paso de los años, pues, como dicen en otro momento de la película:
—¿Entonces, qué harás cuando se acabe?
—¿Crees que el amor acaba cuando dejas de verme?
—Existir es ser percibido.
Hoy es el Día Mundial del Teatro y parece que no hubiera mucho por celebrar. Las salas teatrales de nuestra geografía permanecen cerradas desde el inicio del estado de alarma. Programadores, directores, intérpretes, técnicos… han valorado recientemente la pérdida económica que este parón en su actividad les ha provocado.
Hace unos días les propuse algunos visionados de obras teatrales y la lectura de una selección de varios textos clásicos. Hoy me gustaría repasar con ustedes algunas propuestas que, a nivel internacional, emergen desde los teatros para celebrar (¿celebrar?) un día tan especial como este.

La Dirección General de Bellas Artes de la República Dominicana ha programado la puesta en escena de Yago, no soy el que soy, de la Compañía Nacional de Teatro de la República Dominicana. La cita es esta tarde a las 10 PM (hora local) en el canal televisivo Canal4RD. En Chile acaban de lanzar su propia “teatroteca”. Se llama Escenix y permitirá el visionado de teatro chileno en streaming (sólo se podrán ver obras representadas en teatros chilenos en 2018 y 2019). En México, diversos actores, directores y compañías han preparado para hoy una jornada especial, #elteatrosecelebraencasa, una sucesión de representaciones y debates que se podrán ver en los perfiles de los integrantes de la iniciativa. Además, el Teatro UNAM ha convocado un concurso de teatro desde casa.
En un día como este, y en todos los días que nos esperan de confinamiento, rescatamos una de las frases que el dramaturgo pakistaní Sha hid Nadeem, fundador y director del Ajoka Theatre, nos dice en el mensaje oficial de este Día: “El teatro tiene un papel, un papel noble, debe dinamizar y hacer avanzar a la humanidad, ayudarla a levantarse antes de que caiga en un abismo”.
Mantendremos la esperanza en que volverán a encenderse pronto las luces de candilejas, volveremos al teatro, a la absoluta entrega en tiempo presente, a sentir cómo se nos eriza la piel sentados en la butaca. Amar implica ser percibido. Volveremos. Quedan muchas funciones por hacer.
El amor no se acaba sólo porque dejemos de vernos.



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