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Las vírgenes sabias, de Leonard Woolf

Las vírgenes sabias, de Leonard Woolf

Las vírgenes sabias es una novela de fuerte contenido autobiográfico escrita por Leonard Woolf, marido de Virginia Woolf, en la que, a través de los personajes de Camilla Lawrence y Harry Davis, el autor realiza un breve retrato de su relación. Tal y como él lo presenta, Harry y su familia se mudan a un suburbio londinense y allí conocen a la familia Garland, que tiene nada menos que cuatro hijas solteras, con todo lo que ello conlleva en esa época. Harry, desdeñoso y bastante crítico, no parece estar contento con el vecindario ni con las pautas sociales establecidas. Su único interés es la hija menor, Gwen, a la que decide educar regalando libros. Es en este ambiente en el que Harry conoce a Camilla Lawrence, que se alza, cual heroína de Jane Austen, como una mujer tan hermosa como desinteresada en el matrimonio, convirtiéndose, tanto por este motivo como por su agilidad mental, en el foco de atención del protagonista. De hecho, la crítica realizada por Harry a la cuestión femenina y la importancia de su virginal personalidad de cara a un matrimonio como logro más relevante, una constante a lo largo de una novela en la que el autor deja patente su opinión sobre el destino de las mujeres en la época eduardiana, lo que llevado a la novela significa que el protagonista se ve obligado a elegir entre seguir un destino pautado por los convencionalismos sociales o dejarse llevar por unos intereses artísticos más que patentes y casarse con Camilla.

La novela, escrita o al menos comenzada durante la luna de miel del autor con Virginia, deja pocas dudas sobre el camino que el protagonista va a tomar y destaca por un tono satírico que en muchos momentos traspasa las páginas para dejar claro al lector que, sin necesidad de hacer una crítica explícita, el autor está en contra de determinadas costumbres que a base de años implantadas parecen haberse convertido en leyes.

Acostumbrado a escribir sobre terrenos conocidos, el autor tenía ya en su haber El pueblo de la jungla, ambientada en Ceilán, donde estuvo de administrador colonial hasta 1911, año en el que, a su regreso, se reencontraría con Virginia Stephen en Bloomsbury, la cual también sentía ya una atracción marcada por la literatura. Virginia, tal y como la conoció Stephen, era una mujer entregada a sus inquietudes artísticas, lo que en aquel momento plasmaría en la novela como una vida de aventura sujeta a cambios y experiencias extraordinarios para aquella época. Y es que tanto Virginia como su alter ego Camilla son jóvenes de familias de una clase acomodada que observan este tipo de actitudes con cierta displicencia. Harry conoce entonces a Camilla, a la que pide que pose para él, y comienza a sentir una atracción que tiene parte de pulsión sexual —fuertemente reprimida por su editor debido, precisamente a esos convencionalismos que criticaba en el propio libro—, convirtiendo la acción final en una suerte de metaliteratura que él mismo había reflejado en el libro al dejar cierta libertad al narrador para anticipar al lector alguna de sus opiniones. Aun así, y tal y como refleja el título, el término «virginidad» se convierte en una hoja afilada con la que el autor disecciona los sentimientos que produce la palabra tanto como los que restringe en las portadoras de dicho término, logrando de este modo hacer de la virtud una piedra con la que molestar a una sociedad que estaba ya sufriendo las embestidas de lo que acabaría por alzarse como una modernización necesaria. El propio Harry se declara a favor del sufragio femenino, mientras que el autor opinaba públicamente sobre el feminismo, y todo ello queda patente en una novela publicada no sin cierto revuelo en el entorno familiar más cercano de Virginia Woolf. Pero quizás lo más reseñable del libro sea esa visión no exenta de soledad de la mujer en busca de su propio sentido, de su condición femenina propia e individual que no se vea sujeta a unas normas. Una visión que estamos acostumbrados a ver en la obra de Woolf y que ahora vemos reflejada en las aventuras de un protagonista que puede parecer maleducado, pero al que hay que contextualizar en el ambiente del Bloomsbury Group, que fue, en sí mismo, tan literario como la mejor de las novelas.

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Autor: Leonard Woolf. Traductora: Marian Womack. Título: Las vírgenes sabias. Editorial: Impedimenta. Venta: Todos tus libros, Amazon, FnacCasa del Libro.

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