Todos los caminos llevan a Santiago

Lo importante es el destino 

El primero en tomar la palabra fue Arturo Pérez-Reverte, fundador de Zenda, que recordó la importancia de esta página web —que acaba de cumplir seis años de vida esta primavera— con cifras: «17.000 artículos publicados hasta ahora por más de 1.000 autores». Pérez-Reverte destacó los nuevos proyectos de la revista cultural, como el videopodcast Toda una vida, un conjunto de entrevistas en formato audiovisual presentado por Antonio Lucas. Los primeros cuatro protagonistas de esta producción son el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, Rosa Montero —que fue la coordinadora de otro libro de relatos de Zenda, Hombres (y algunas mujeres)—, el director de cine Alejandro Amenábar y el propio Arturo Pérez-Reverte. El autor de El italiano terminó su intervención mencionando los nuevos lanzamientos de Zenda-Edhasa, la editorial de novelas de aventuras, coordinada por María José Solano, que acaba de publicar un nuevo ejemplar, La isla de coral. El siguiente en dirigirse al público fue Julián Martínez Simancas, que comentó «la importancia del destino«, y continuó «cómo vayas, por dónde vayas, con quién vayas, al final es parte de un recorrido iniciático, espiritual, pero lo importante es ir a Santiago«.

Negacionistas del Camino

Llegó el turno de los autores, representados por Rosa Belmonte, y del coordinador del libro, Sergio del Molino, que explicó el porqué de esta obra: «el Camino de Santiago no se limita solo a ruta señalizada, tiene que ver con una forma de vida, con un modo de entender las relaciones y la cultura. Con esa idea recluté a una serie de escritores vinculados al Camino, muy jacobeos, mezclados con otros menos conectados, para contar ficciones y verdades«. Rosa Belmonte, la peregrina más punk, puso la nota de humor con un monólogo que consiguió sonoras carcajadas entre los asistentes: «yo he escrito sobre el Camino de Santiago sin haber hecho el Camino de Santiago. He hecho algunos cachitos. No soy negacionista del Camino, ahora que todo el mundo es negacionista de algo —si no te gustan los zapatos de rejilla eres negacionista de los zapatos de rejilla—. Con el Camino me pasaba como con algunas series de televisión, que yo creo que son buenas, pero no son para mí, como Euphoria, con gente drogándose todo el rato. Que no diga que no es buena, pero es que eso no es para mí […]. La idea de hacer el Camino es tan estimulante para mí como la del suicidio, que siempre lo puedes dejar para mañana«. Terminados los discursos, la mayoría de los escritores y un buen número de invitados no opusieron resistencia a los disparos de la cámara del maestro Jeosm al grito de ¡Ultreia!.