El Día del Libro y las primeras ferias librescas comienzan a animar las ventas. Este es un buen mes para empezar a hacer acopio de ejemplares para las vacaciones estivales, que ya asoman por el horizonte.
Los libros del mes en Zenda
Como todos los meses, hemos preparado una selección, una docena de títulos, donde los autores consagrados se mezclan con los emergentes y los géneros se confunden para conseguir una lista variada y atractiva para todos los lectores.
******
Juventud, de Joseph Conrad

Los amigos que tanto acompañaron aquellos primeros pasos durante los primeros años de esa clase de vida, y que tanto influyeron en ella, se llamaban Homero, Virgilio, Plutarco, Dumas, Stendhal, Thomas Mann, Stevenson, London, Scott Fitzgerald, Joseph Conrad… Sus historias y personajes compusieron para aquel lector, para el joven cazador formado en los libros, los tebeos y el cine, que ahora empezaba a explorar sin intermediarios la geografía de un paisaje hostil, asombroso y apasionante. Que juntaba una a una, fascinado y horrorizado al mismo tiempo, las piezas del rompecabezas complejo, la geometría peligrosa que envuelve al ser humano, sus ángulos de sombra, sus ásperas incertidumbres y sus trágicas certezas.
Gracias a las lecturas de todos esos amigos y alguno más, y a su confrontación con el mundo real que gracias a ellos podía reconocer e interpretar, comprendí de forma temprana que los héroes generosos y valientes, los personajes de hermosa dama y corcel blanco que habían poblado los cuentos y el cine de mi infancia, constituían una percepción equivocada de la vida, que como un topógrafo impasible se iba encargando de trazar un mapa mucho más real del territorio por donde ellos se habían movido y por donde yo me movía ahora. Así se fue completando el mundo real, la aventura sin red de protección, la guerra como explicación del mundo, la pintura de batallas que desdibujaba, en vez de afinar, las tranquilizadoras certezas de los héroes de mi juventud. [CONTINUAR LEYENDO EL PRÓLOGO DE PÉREZ-REVERTE]
—————————————
Autor: Joseph Conrad. Título: Juventud. Traducción: Amado Diéguez. Editorial: Zenda Edhasa. Venta: web de la editorial.
******
No sé si me explico, de Carlos Boyero

—Señor Boyero, ¿de qué refugia un buen libro o una buena película?
—De la vida, de lo grisáceo, de lo práctico. Me da igual que la película o el libro sean realistas: el arte siempre te provoca ensoñación.
—¿Un hombre que lee y ve cine es mejor que uno que no lo hace?
—Tiene una existencia más rica y más completa. Para mí, esas cosas son maravillosas. No son sólo un refugio ante la intemperie, sino que te donan sensaciones. Si son buenos, sensaciones increíbles; si te parecen una mierda… soy de los que pueden tirar un libro contra la pared si me estoy encabronando. No sigo. Sólo lo he hecho en algunas ocasiones, y con resultados positivos. [CONTINUAR LEYENDO]
—————————————
Autor: Carlos Boyero. Título: No sé si me explico. Editorial: Espasa. Venta: Todostuslibros
******
La gran extranjera, de Michel Foucault

La editorial apunta, a propósito del libro: «¿Qué relación tenía Foucault con la literatura? Se sabe que era un lector apasionado y erudito, que la biblioteca de su madre le reveló a los clásicos franceses y grecolatinos, y que su admiración por Faulkner lo llevó a hacer un viaje por tierras faulknerianas. Más allá de estas notas biográficas, también se sabe que las lecturas literarias atravesaron toda su producción teórica. Es por eso que resulta clave entender cómo pensaba la literatura, cómo se apropiaba de textos y autores. La gran extranjera contiene una serie de intervenciones de Foucault acerca de la literatura y el lenguaje, que no sólo funcionan como compendio de su concepción de la literatura sino que ofrecen pistas para abordar su obra. Así, Foucault indaga en la relación entre literatura y locura a partir del análisis de obras de Shakespeare, Cervantes y Diderot».
—————————————
Autor: Michel Foucault. Traductor: Horacio Pons. Título: La gran extranjera. Para pensar la literatura. Editorial: Siglo XXI. Venta: Todos tus libros.
******
Casi, de Jorge Bustos

—En las primeras páginas de Casi escribes: «No es coquetería afirmar que yo no elegí hacer este libro, sino que me fue impuesto». ¿En qué sentido te fue impuesto?
—Me fue impuesto por el barrio al que me mudé. Yo no he hecho nunca periodismo social, ni me imaginé escribir un libro como este. Me dedico al periodismo político y mi trabajo se suele desarrollar en cámaras parlamentarias, platós de televisión y estudios de radio: las moquetas del poder, como se suele decir. Y el contraste entre ese hábitat laboral y las personas con las que me empecé a tropezar cuando volvía del trabajo todas las tardes a mi casa fue generando dentro de mí una llamada o, por no ponernos demasiado religiosos, una curiosidad. Yo tengo una cierta posición en el oficio y me dedico básicamente a criticar al poder y a vivir entre poderosos. Y en mi propia calle tenía el elemento social opuesto a ese mundo. Mi calle está llena de personas sin hogar, de usuarios del CASI, de gente no ya en riesgo de exclusión social, sino absolutamente excluidos, los más pobres entre los pobres, gente que lo ha perdido todo, incluso a veces su propia dignidad, o que ni siquiera tiene una voz con la que reclamarla. Yo vivo en Príncipe Pío, que es un barrio bueno, y no sabía que me había mudado a 600 metros del centro de acogida más grande de España. Así que fue el propio fenómeno de encontrarme con sus usuarios todos los días por la calle lo que fue generando dentro de mí esa curiosidad. Primero rechazo, y después curiosidad. Pensé: “¿Qué puedo aprender yo de ellos? ¿Por qué no me atrevo a mirar aquello que me provoca rechazo?”. La primera pregunta que debería hacerse un periodista es mirar allí donde la gente no quiere mirar, contar aquello que la gente no quiere contar o que no está suficientemente contado. Este libro surge de esa pregunta interior: “¿Y si miro a estas personas que al principio me provocaban rechazo? ¿Y si me meto en su mundo? ¿Y si investigo cómo viven? ¿Y si lo cuento en un libro?”. Así es como nace Casi. [CONTINUAR LEYENDO LA ENTREVISTA]
—————————————
Autor: Jorge Bustos. Título: Casi. Una crónica del desamparo. Editorial: Libros del Asteroide. Venta: Todostuslibros
******
El peón en el tablero, de Irène Némirovsky

Como de costumbre, había salido el primero de la oficina, a toda prisa, como quien huye de un edificio en llamas. Aun así, por un breve instante apoyó la espalda en el frío muro con una sensación deliciosa; estaba sediento de oscuridad y silencio. Sus manos temblorosas palparon inquietas los bolsillos del gabán y sacaron la pitillera y el encendedor. Cogió un cigarrillo con tal ansia que lo partió por la mitad, lo arrojó al suelo, encendió el segundo e inhaló el humo con avidez.
Todavía le temblaban las yemas de los dedos. Se frotó repetidamente los ojos, heridos por el brillo de las lámparas, entornó los párpados, bostezó y empezó a bajar.
Un día que se va… Un día menos de vida… Y aún había que dar gracias…
Los pasos de los empleados que salían de los departamentos resonaban en los peldaños como una tronada lejana. Surgían de la tenebrosa caja de la escalera, pasaban corriendo bajo la cristalera, iluminada por el deslumbrante crepúsculo amarillo de octubre, y volvían a hundirse en la oscuridad. Alcanzados por la luz, los cristales de las gafas y los impertinentes lanzaban vivos destellos, que se extinguían al instante. Abajo, la llama del gas silbó. El edificio era antiguo; parecía incómodo y triste: Beryl había preservado cuidadosamente ese aspecto austero y antiguo que el viejo Bohun buscaba porque inspiraba confianza.
Christophe vio pasar a la muchedumbre gris de los empleados, los sombreros gastados, los paraguas negros, enrollados, apretados contra el pecho, los gabanes raídos. Oyó una vez más el rumor que se elevaba de aquel gentío, las respiraciones jadeantes, los suspiros, las primeras toses del otoño. Al pasar, alguien entreabrió la ventana, pero el aire de la calle, también húmedo y cargado, traía un vago olor nauseabundo, como el que exhala una boca de metro. [SEGUIR LEYENDO]
—————————————
Autora: Irène Némirovsky. Título: El peón en el tablero. Traducción: José Antonio Soriano Marco. Editorial: Salamandra. Venta: Todostuslibros.
******
Abril es un país, de Tereixa Constenla

******
Dos o tres cosas que tengo claras, de Dorothy Allison

La propia editorial apunta, acerca de la obra: «Tras la extraordinaria Bastarda —aclamada de inmediato como obra maestra—, Dorothy Allison regresa como una de las escritoras más apasionadas y talentosas de su generación. Y lo consigue con una obra que enlaza, unas tras otras, ritmadas, líricas, crueles y sublimes, engarzadas en una hermosa joya, una cadena de verdades como puños: dirige su mirada inquisitiva a la historia de las mujeres de su familia —madre, hermana, tías, primas y sobrinas—, rindiendo homenaje a su fuerza, su humor, su belleza y, sobre todo, su obstinado arrojo ante una vida cotidiana que las abruma. También enfoca a los hombres que las amaron, que a menudo hasta abusaron de ellas, y que, sin embargo, no dejaron de compartir sus destinos».
—————————————
Autora: Dorothy Allison. Título: Dos o tres cosas que tengo claras. Traducción: Regina López Muñoz. Editorial: Errata Naturae. Venta: Todos tus libros.
******
El carácter es el destino, de Carmen Iglesias

Hablamos de muchas cosas a la sombra de su libro El carácter es el destino (La Esfera de los libros, 2024), una antología de textos podríamos llamar «humanísticos»: reflexiones de plena actualidad, pequeños ensayos, entrevistas y homenajes que hoy se hacen más necesarios que nunca. [SEGUIR LEYENDO]
—————————————
Autor: Carmen Iglesias. Título: El carácter es el destino. Editorial: La Esfera de los libros. Venta: Todostuslibros
******
Soberbia, de Recaredo Veredas

El protagonista de Soberbia es víctima de ese esquema, como lo somos todos en cierta medida. Y está a punto de conseguir lo que busca: la pelota duda en la red y casi cae en su lado. Muchas veces la diferencia entre un fracasado y un triunfador es una ráfaga de viento. Su éxito habría hecho que su porvenir fuera radicalmente distinto, aunque sus carencias emocionales hubieran sido las mismas. El gran problema de Sebastián y su familia no es el arribismo. De hecho si solo le hubiera guiado tal fin le habría ido mejor en la vida. El problema es que su obsesión por el éxito no está motivada por el dinero o el poder sino por la búsqueda de reconocimiento. Eso hace que viva en una ansiedad eterna, condicionada por el capricho de quienes conceden. Su fijación se prolonga en su hijo.
—————————————
Autor: Recaredo Veredas. Título: Soberbia. Editorial: De Conatus. Venta: Todostuslibros.
******
One Big Union, de Valerio Evangelisti

Pero Robert Coates es un traidor. Un chivato a sueldo de la Agencia de Detectives Pinkerton.
El comienzo del siglo XX es una época de inusitada violencia en Norteamérica, con huelgas que duran meses, masacres de trabajadores y duelos dignos de un wéstern. Coates recibe la orden de infiltrarse en el naciente Industrial Workers of the World, el sindicato revolucionario que trata de organizar a las obreras textiles, a los inmigrantes, a los precarios y desempleados, sin distinción de sexo ni de raza. El One Big Union, la gran organización que necesita la sociedad venidera, la que reclama el pan pero también las rosas.
En su camino, el agente provocador Coates se encontrará con personajes memorables como Dashiell Hammett, Emma Goldman, James Connolly, Upton Sinclair o Jack London, entre muchos otros.
Valerio Evangelisti (Bolonia, 1952-2022) es uno de los autores de referencia de lo que se ha dado en llamar Nueva Epopeya Italiana o Nueva Épica Italiana, un estilo literario de cuidada ambientación histórica y tramas adictivas.
—————————————
Autor: Valerio Evangelisti. Título: One Big Union. Editorial: Hoja de Lata. Venta: Todostuslibros
******
A un gancho de la gloria, Carlos H. Vázquez

Cuando compartes conversaciones con aficionados al pugilismo suele surgir la misma pregunta: ¿de dónde te viene la afición? He observado que la práctica totalidad coincide en culpar del amor por el noble arte a familiares directos, padres, tíos, etcétera. Mi caso es igual. A mi padre le encantaban todos los deportes, pero tenía una especial predilección por el boxeo. Guardaba con mucho cariño una foto tomada durante su servicio militar en posición de guardia con unos guantes y mirada firme. Al dorso, su rival le ponía un simpático texto, algo así como «pídeme lo que quieras, menos cien pesetas». Eran muy amigos, pero pelearon. Mi padre perdió el combate, según me dijo con claridad, porque su amigo —algo que en aquel momento no terminaba de entender; los amigos no se pelean, pensaba yo— era no más fuerte pero sí mucho más rápido. Otra vez los pies ligeros, siempre la velocidad… [CONTINUAR LEYENDO EL PRÓLOGO DE JAIME UGARTE]
******
209 rue Saint-Maur, París. Autobiografía de un edificio, de Ruth Zylberman

La editorial apunta, a propósito del libro: «Ante nosotros, una fachada en apariencia anodina: el número 209 de la rue Saint-Maur, en París. Sin embargo, desde la década de 1850 hasta nuestros días, entre sus paredes se han gestado amores, amistades y tragedias; se han sucedido generaciones de niños, artesanos y trabajadores, inmigrantes del este o del sur de Europa. Allí, lo ordinario de la vida cotidiana se ha codeado con lo extraordinario y lo más violento de la Historia del siglo XX, desde las barricadas de la Revolución de 1848 y los enfrentamientos de la Comuna de París hasta las peores horas de la redada del Vélodrome d’Hiver, en 1942, que se saldó con la deportación de cincuenta y dos de sus habitantes.
—————————————
Autor: Ruth Zylberman. Traductor: Elena Pérez San Miguel. Título: 209, rue Saint-Maur, París: Autobiografía de un edificio. Editorial: Errata Naturae. Venta: Todos tus libros.


Zenda es un territorio de libros y amigos, al que te puedes sumar transitando por la web y con tus comentarios aquí o en el foro. Para participar en esta sección de comentarios es preciso estar registrado. Normas: