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Roberto Vaquero: “El amor de nuestros abuelos es al que aspiramos las personas de bien”

Roberto Vaquero: “El amor de nuestros abuelos es al que aspiramos las personas de bien”

Roberto Vaquero (Madrid, 1986) le ha dedicado su última novela, Nostalgia (Renacimiento, 2025), “a Sandra, la mujer de mi vida”. Al colaborador de Zenda le sienta como un guante “Ahora que”, aquella maravillosa canción de Sabina en la que “el mundo está recién pintado” y el enamorado está más vivo de lo que está. “Todo lo que estoy viviendo ahora”, nos cuenta, “me hubiera gustado vivirlo hace diez años”. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Una dicha que, según el autor, no cae del cielo: la redención puede llegar, pero hay que trabajarla. Hay que arrancar las malas hierbas. Cuánto pesan, como en los viejos relatos griegos, el amor y la redención: sucede que Nostalgia es clásica, sentimental, humana, cruda, sulfúrica a veces, divertidísima siempre. Al novelista Vaquero se le nota mucho y bien la evolución literaria: escribe limpio, cuenta midiendo los tiempos a la perfección, sus personajes tienen alma y vísceras.

Conversamos con el fundador del Frente Obrero sobre Ramón, Sara, Alba, David, Pepe y todo lo que orbita y/o genera su último retoño de celulosa. Quién será, por cierto, Andoni Muytriste…

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—Una tollina a tiempo, ¿de qué salva? Si es que puede salvar de algo…

—(Risas) Mi abuelo decía que hay gente a la que no le han dado el tortazo sus padres, pero que ya la vida les daría uno para que se espabilaran. En la novela, a más de un personaje le hacía falta.

—¿Hay problemas que sólo pueden solucionarse con una buena hostia?

—Sobre todo, los de las grandes alturas, que es donde creo más necesario un cambio drástico, radical. Creo que los grandes cambios se producen durante tiempos convulsos y de confrontación.

—Ramón, el marido de Sara y el padre de Alba y de David, no entiende cómo su suegro, Pepe, “un señor de sesenta años”, “está tan en forma y sigue boxeando”.

"Tenemos feminismo a todos los niveles y creo que la masculinidad se ha criminalizado"

—No lo entiende porque él no tiene, incluso siendo más joven, ese estado de forma. No entiende cómo se puede tener una buena vejez manteniéndose al máximo. No entiende lo que es una vida integral: desde el punto de vista físico, desde el intelectual, el familiar, etcétera. Pepe, este hombre mayor, lo tiene porque lo ha cuidado, lo ha trabajado durante toda su vida, y Ramón, con la vida degenerada y decadente que tiene, ha hecho justo lo contrario: perderse antes de tiempo.

—Pepe, según Ramón, “es un modelo de masculinidad tóxica”. ¿Qué es un “modelo de masculinidad tóxica”?

—Tenemos feminismo a todos los niveles y creo que la masculinidad se ha criminalizado. Todo lo que es masculino es tóxico, y todo lo que ellos quieren construir, que no saben muy bien qué es, es correcto. Creo que los procesos de masculinidad deconstruida lo que hacen es dejar atrás esa masculinidad y tomar algo nuevo que no está funcionando.

—Y un Pepe que, conociéndole como le conozco, se parece mucho a usted.

"Conozco a mucho profesor y a muchas personas que se han convertido en personas como Ramón, y que son muy poco felices"

—Se parece mucho a mí y a mi maestro, que también tenía un gimnasio y es un hombre de la vieja escuela. Tiene una actitud vital muy parecida a la de Pepe. Pepe es un tío disciplinado, que apuesta por el sacrificio, y que tiene empatía y amor por los suyos y por lo suyo: el país, la cultura, la historia, la familia…, no sólo a sus cosas más personales, sino a lo colectivo.

—Volvamos a Ramón. Qué personaje tan despreciable y tan patético…

—Conozco a mucha gente que es así. De distintas maneras, sobre todo, por el ambiente universitario, conozco a mucho profesor y a muchas personas que se han convertido en personas como Ramón, y que son muy poco felices. Yo me sigo llevando con algunos y, lejos de haber construido una vida plena, han hecho todo lo contrario. Es gente muy mayor de edad, que llega tarde a todo y que está muy sola. Sobre todo eso: están muy solos.

—¿Algún personaje conocido que le inspirara?

"Otra persona que también conocí, con la que no tuve relación personal de amistad, pero sí de enemistad (risas), es Errejón"

—Sí. Ramón me recuerda, en parte, a cómo era Monedero en las clases. Por decir alguien famoso de verdad, porque te podría poner muchos ejemplos de gente no conocida. Son las típicas personas que se creen intelectuales por encima del bien y del mal, muy deconstruidas en lo masculino y que, relacionándose con las mujeres, son lamentables. Otra persona que también conocí, con la que no tuve relación personal de amistad, pero sí de enemistad (risas), es Errejón. También encaja muy bien en este perfil. A Ramón le ha ido algo mejor: ha tenido mujer e hijos. Estos sólo han cosechado escándalos públicos.

—También es patética Verónica, esa aspiradora de venéreas. Sin embargo, me da pena por su déficit de amor.

—Claro, es lo que les suele pasar a todas estas mujeres. Una chica me dijo hace poco, tras leerse la novela: “¿Tú conoces a alguien así?”. Bien, yo he tenido una exnovia así, de hecho. Y he tenido conocidas que eran así. Que luego llegan a los cuarenta, a los cuarenta y dos, a los cuarenta y cinco y dicen: “¿Qué he hecho? ¡Se me ha escapado la vida!”. Este personaje es más típico y más común de lo que la gente piensa.

—¿El de “poliamor” es un concepto viciado?

"Termina en una espiral destructiva que hace que la gente esté con pastillas, deprimida, o culpabilizando al patriarcado de todo lo que ha pasado"

—El amor, en un sentido más clásico, como el amor de nuestros abuelos, es al que aspiramos las personas de bien. El amor que ellos promueven, en realidad, es sexo con algo afectivo. Yo estudié en Somosaguas, he estado militando en sitios de izquierdas…, he estado en sitios donde está bien visto el poliamor. Y siempre que he visto a grupos de chicos y chicas que hacían este tipo de cosas, terminan arruinándole la vida a su pareja original y acaban de pareja cerrada con otro. Siempre. Al final, no es natural, y tampoco es lógico a nivel social. Termina en una espiral destructiva que hace que la gente esté con pastillas, deprimida, o culpabilizando al patriarcado de todo lo que ha pasado.

—¿El amor cotiza a la baja?

—Ahora mismo sí, pero creo que, como está pasando en otros países, va a haber una reacción a esto. Es una reacción muy tradicional en lo social, y creo que, si no se pasa de tuerca, puede ser muy positiva. Veo a gente joven que rechaza la promiscuidad y este tipo de relaciones extrañas. Precisamente, como reacción al feminismo que han sufrido. Veo a gente que busca relaciones más conservadoras y tradicionales. Claro, es que decir que un hombre y una mujer estén juntos y tengan un proyecto de futuro se ha convertido en algo conservador…

—Al nuevo Papa no le han perdonado que diga eso.

—¿Qué va a decir el Papa? ¿Que el matrimonio no es la unión de un hombre y una mujer? Si dijera otra cosa, que entreguen las llaves y las armas y se vayan, porque vamos…

—Por cierto, bienaventurado usted, que le dedica su novela a la mujer de su vida.

"Nunca he creído en el poliamor ni en tonterías de esas, pero yo antes no era tan tradicional en lo social como soy ahora"

—Sí. La verdad es que he tenido mucha suerte. Esta novela la escribí, en parte, porque me di cuenta de que perdí muchos años de mi vida haciendo el tonto. Todo lo que estoy viviendo ahora me hubiera gustado vivirlo hace diez años. Voy a ser un padre, espero serlo pronto, muy mayor. Para la media no, pero para la realidad biológica sí: cuando mi hijo tenga veinte años, yo tendré sesenta. No es lo que debería ser. Esta novela es el mea culpa también de mi cambio: nunca he creído en el poliamor ni en tonterías de esas, pero yo antes no era tan tradicional en lo social como soy ahora, ni tan formal, por así decirlo. Y, en esta novela, constato mi cambio de mentalidad. Creo que hay esperanza de que la gente cambie: yo soy la prueba de ello.

—Vamos terminando, señor Vaquero. La redención se vende cara en Nostalgia. Para llegar al Paraíso, ¿hay que pasar primero por el Purgatorio?

—Sí, hay que sufrir antes. Cuando has hecho las cosas muy mal, vas a tener que sufrir y esforzarte para salir de ahí. Hay varios personajes que tienen una situación muy similar, que parten de una misma posición de vida o ideológica. Actúan de distinta manera, y unos se redimen, los que se esfuerzan, y los que no se redimen, los que no se esfuerzan, acaban en el pozo. La oportunidad de redención la tenemos todos, pero hay que ir a por ella, no es algo que te vaya a caer del cielo. Requiere disciplina, esfuerzo, trabajo.

—¿Leganés es un nido de islamistas?

—Depende del barrio, pero sí. Está habiendo detenciones por yihadismo. Hubo una hace no tanto, el tío estuvo en preventiva el personaje más de tres meses. La zona de Leganés Norte, obviamente, sí. Y la de San Nicasio – Batallas, que es donde vivía yo y transcurre la novela, está llena de islamistas. Y cada vez hay más.

—Cuénteme sobre los satánicos de la Polvoranca.

—La historia que cuento es ficticia, pero está basada en una real. De hecho, yo estuve yendo a buscarles, porque me fastidió mucho que quemaran…

—El templo de San Pedro Apóstol está en ruinas.

—Se hizo un incendio en las ruinas, se terminó de caer una pieza sobre otra y está todo derruidísimo. Antes se podía hasta entrar, pero ahora está todo vallado. Y los satánicos iban allí porque se suponía que era un punto europeo de actividades de este tipo. Se ponían de todo y hacían hogueras. Un día se meterían de más, se les fue de las manos y quemaron todo lo que quedaba del monumento. Y está destrozado.

—Y, para acabar, ¿quién se halla tras Andoni Muytriste? He estado dándole vueltas a la cabeza, pensando en quién puede ser, y no caigo…

—Yo me lo he encontrado en Parque Sur. Al personaje real, que está por tertulias y sitios… No voy a decir el nombre porque me va a denunciar. Evidentemente, me va a denunciar (Risas).

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Rosendo
Rosendo
5 meses hace

Bilis neoliberal… que rezuma racismo y machismo. Claro que esto no me lo vais a publicar. Esa es vuestra idea de la libertad!

David
David
5 meses hace
Responder a  Rosendo

Roberto Vaquero es menos neoliberal que Felipe II

Alberto Gonzo
Alberto Gonzo
5 meses hace
Responder a  Rosendo

¿Racismo y machismo? ¿Te has leído la entrevista o estás tan lobotomizada como pareces?

Rosendo
Rosendo
5 meses hace
Responder a  Alberto Gonzo

Solo le falta el prólogo de Iker Jiménez:)

Metabaron
Metabaron
5 meses hace

Sigo a Roberto desde que comenzó en Youtube y me alegro mucho de cómo ha crecido en sus diversas facetas. Como escritor me encantó su novela Nostalgia, es un fiel retrato de la España de 2025.

Andreaaa
Andreaaa
5 meses hace

Brillante, como siempre, Roberto.

Anthony
Anthony
5 meses hace

Excelente. Tengo muchas esperanzas puestas en este hombre.

Rosa
Rosa
5 meses hace

Roberto tienes mi confianza. No nos defraudes.

Dolors
Dolors
5 meses hace

Roberto, te sigo en redes y te leo. Sigue así. Muchas gracias por tu compromiso.