relato
Ceniza
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LOS TRECE ESCALONES, XXIV: CENIZA Tenía que admitirlo, la casa era hermosa. Una construcción sólida, sobria y elegante, lejos de los...
La jaula
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LOS TRECE ESCALONES, XXIII: LA JAULA A la niña Sara nada le dio más pena que enterarse de que su abuelo...
Adelfa
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LOS TRECE ESCALONES, XXII: ADELFA Llegaba tarde, como de costumbre. Y, para no variar, había tenido que dejar el coche a...
El bosque
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LOS TRECE ESCALONES, XXI: EL BOSQUE Lo decían las madres, siempre, cada día, con idéntica aprensión. «No vayas al bosque. Hay...
La hiedra
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LOS TRECE ESCALONES, XX: LA HIEDRA La señorita Lina siempre se levantaba temprano. Cada uno de sus días, desde que podía...
El Normando
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LOS TRECE ESCALONES, XIX: EL NORMANDO Lo apresaron al inicio de la primavera, justo cuando la pequeña ciudad renacía entre el...
Cerezos
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LOS TRECE ESCALONES, XVIII: CEREZOS Primero enfermó Malena, la mayor. Apenas una semana después, las mellizas. Pedro se libró, contra todo...
Bella
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LOS TRECE ESCALONES, XVII: BELLA Era tan hermosa cuando nació que todo el mundo dijo que parecía un ángel. —Fijaos en...
Mi resistencia
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(Pensé en Juan Tallón y escribí este texto) Guardé en mis diarios, esos cuadernos inservibles, las palabras que nunca dije. Pensé que exclamarlas sería...
Migas de pan
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LOS TRECE ESCALONES, XVI: MIGAS DE PAN Fue el invierno del hambre, los lobos y los cometas. El del mal de...