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La realidad siempre escribe (peor) mejor

La realidad siempre escribe (peor) mejor

Una mujer cree oír a su ex marido murmurando una frase terrible: “Voy a matar a tu hijo”. Mientras trabaja como limpiadora de escenas de crímenes, la protagonista de esta novela trata de proteger a su hijo, al tiempo que se convierte en sospechosa de una cadena de muertes violentas.

En este Making Of, Nuria Bueno relata el origen de Amazona (AdN).

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Imagínate a una guionista que nunca se ha atrevido a escribir novela, y que está presentando un proyecto de serie a un productor que ha mostrado interés en su idea. Para que lo visualices mejor, ni ella es ya una guionista de éxito (en el pasado lo fue) ni él un productor de primera línea, pero vamos con lo que tenemos…

—¿Cómo se te ocurrió esta idea? —le pregunta el productor, toqueteando el dossier que la guionista ha preparado.

La guionista piensa que es mejor no decirle que el primer impulso fue escribir una historia de miedo; no quiere parecerle una friki, ni poco comercial. Para qué explicarle que, cuando rebuscó entre sus terrores, vio a una mujer a quien anuncian el asesinato de su ser más querido y más frágil (un hijo, por ejemplo) pero nadie la cree ni la ayuda a impedirlo. Mejor hablarle del tema de fondo que trataría la serie, tan vigente y terrible; hablarle de estructura de episodios, de arco narrativo, de target comercial… Pero el productor, sin dejar de toquetear el dossier (se nota que la idea le gusta pero está intentando encajarla en sus estructuras mentales), tiene algo que decir:

—Ya, sí, pero… estos dos personajes femeninos, que están muy bien, lo más lógico es que, después de que pase todo esto, acaben siendo…

"Como la guionista nunca ha escrito novela, en el fondo no cree que la pueda terminar, así que comete un error: no decidir la resolución final de la historia"

Y le pega una etiqueta en la frente a las dos protagonistas acompañándola con unas apreciaciones que no son de esta historia, que le acortan la rienda, le liman los bordes, le sacan el filo… A los pocos minutos la guionista está en la calle, hasta pronto, estamos en contacto, sí, sí, adiós, un placer, sabiendo que este productor ha visto su expresión y no la va a llamar más. Y casi mejor, porque vaya zancadilla le estaría poniendo a su propia idea, que está llena de rabia, de miedo, de indignación y de dolor. No, decide, por pillar un trabajo no va a desfigurarla. Hola, SEPE: dámelo todo.

La frase inicial de la novela “Voy a matar a tu hijo” ya había surgido. ¿Por qué no escribirla en un documento? ¿Y por qué no, ya que está, continuar escribiendo? Como la guionista nunca ha escrito novela, en el fondo no cree que la pueda terminar, así que comete un error: no decidir la resolución final de la historia.

Lo demás, el drama de una mujer maltratada que no puede probar su maltrato, el investigador de la policía que no puede investigar unos asesinatos en serie, la madre que no puede proteger a su hijo, la otra madre que no puede querer a su hija… todo sale solo, fácil, rapidísimo ¡Eh! ¿a que va a ser capaz, la posible escritora, de escribir una novela?

"En esa novela inacabada hay, además de todo un catálogo de violencias contra la mujer, un niño pequeño en el centro. Está demasiado cerca"

Pero entonces, estalla un titular de prensa bestial, y la posible escritora deja de escribir. Resulta que un tipo, cuyo nombre no diremos porque debe pudrirse en el olvido, secuestra, asesina y arroja al mar a sus dos hijas, cuyo nombre no diremos porque esas dos niñas y sus nombres son de su madre y sólo a ella pertenecen.

Durante esos días de abril y mayo durante los que se espera contra toda esperanza que sea sólo un secuestro, que sigan vivas, y se va viendo que no, que eso no va a pasar…, en ese tiempo, la novela se queda quieta. Ni una frase más. ¿Cómo se le mete un teclado por medio a la realidad y se juega con frases bonitas, giros argumentales y trucos narrativos? No puede: en esa novela inacabada hay, además de todo un catálogo de violencias contra la mujer, un niño pequeño en el centro. Está demasiado cerca.

Cuando la resolución del suceso real ocurre, y es fatal, la posible escritora asume que no existirá final que supere la inventiva mortífera de la vida, y lamenta no haber diseñado uno para ir hacia él con el piloto automático puesto. No la va a terminar.

"Y de pronto Amazona está terminada, y es thriller, y es drama, y es miedo, y es superación. Es, cuando ya nadie la esperaba, una novela"

Por suerte, tiene un par de ángeles guardianes que revolotean leyendo el manuscrito por encima de su hombro y le dicen que espabile y que la acabe, que son quince años haciendo historias y recursos no le faltan.

Entonces la posible escritora echa mano de un grupo de mujeres que sostiene a la protagonista, de una amiga que le entrega su propia historia para que la use de espada, de un policía que se enamora, de un sacacorchos antiguo, de la película “Dentro del Laberinto”, del orgullo de los derrotados y del poder de la autoestima…

Y de pronto Amazona está terminada, y es thriller, y es drama, y es miedo, y es superación. Es, cuando ya nadie la esperaba, una novela.

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Autora: Nuria Bueno. Título: Amazona. Editorial: AdN. Venta: Todostuslibros.

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