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Una historia de Europa (CXIX)

A diferencia de la guerra de 1914-1918, que nadie vio venir hasta que le reventó a Europa en las narices, la segunda carnicería continental vino poco a poco, dando tiempo a que la esperase todo cristo. Y fue una lástima, porque en algunos lugares estaban ocurriendo cosas interesantes. En Francia, por ejemplo, tras las serias repercusiones económicas de la Gran Depresión norteamericana del 29 (que trajo a Europa mucho paro y muchos disturbios), gobernaba en 1936 un Frente Popular. El arranque fue conflictivo, con huelgas y ocupación de fábricas; pero eso dio paso a que por primera vez hubiera negociaciones que incluían a Estado, patronal y sindicatos, con resultados de una modernidad asombrosa: aumento de salarios, libertad sindical, semana de cuarenta horas y vacaciones pagadas. Esto cambió el panorama social gabacho, dando a las clases trabajadoras acceso a ventajas antes exclusivas de la gente con viruta, y abriendo la puerta a la democratización del ocio y a un turismo popular que décadas después se impondría en toda Europa. Pero hasta que esto ocurriera iba a transcurrir antes una guerra atroz, en plan escabechina general, que andaban incubando unos por activa y otros por pasiva. La Sociedad de Naciones (antecesora de la actual ONU), era una puta piltrafa inoperante y cobarde (también como la ONU), que sólo servía para que los delegados internacionales cobraran dietas. Y Europa, convulsa por toda clase de tensiones, guerra de España incluida, se veía apretada tanto por el nazifascismo, de un lado, como por el comunismo, del otro. Mientras Stalin enredaba cuanto podía, dispuesto a zamparse Finlandia y media Polonia, Hitler a lo bestia y Mussolini llevándole el botijo se lo montaban ante la timorata pasividad de las potencias occidentales, incapaces de dar un puñetazo en la mesa y parar su chulería. Italia invadió Abisinia (miembro de la Sociedad de Naciones) y nadie movió un dedo, así que también se dispuso a invadir Albania. Por su parte, Hitler, que había convertido Alemania en una maquinaria militar impresionante, se aplicó con mucha decisión y habilidad a tantear la reacción de los posibles adversarios (más o menos como hace Putin ahora con Europa), y comprobó que estaban dispuestos a calzarse lo que fuera con tal de no llegar a las manos. O sea, a dejarse dar por delante, por detrás y además pagar la cama; creyendo, los muy gilipollas, que los malos tendrían un límite. Pero esa política de apaciguamiento no valió un carajo, porque los malos (que le habían tomado el pulso a la peña) no tenían límite ninguno. El III Reich buscaba sin disimulo su lebensraum (espacio vital) para unir bajo la esvástica a todos los europeos de origen alemán. Eso traía veneno incluido, pues mucha de esa población vivía en otros países (Austria, Checoslovaquia, Polonia), y el mordisco territorial era imprescindible. Mirando de reojo a Francia e Inglaterra para ver cómo reaccionaban, y comprobando que no se atrevían a pararle los pies, Hitler fue dando paso tras paso. El primero fue el Anschluss o unión con Austria, expresamente prohibido por los tratados de paz tras la Gran Guerra. Pasándose los acuerdos por la entrepierna, en 1938 las tropas alemanas entraron en Viena; y luego, a toro pasado, un referéndum (imaginen en qué condiciones) confirmó el negocio. Y como las democracias occidentales engulleron el leñazo sin apenas rechistar, vino el siguiente paso, exigiendo por la cara la anexión de los Sudetes (región de Checoslovaquia donde vivían tres millones de alemanes). Tampoco ahí le pusieron pegas serias. Hubo una conferencia en Munich a la que además de Italia asistieron Francia (Daladier) y Gran Bretaña (un pringado llamado Chamberlain), a los que Hitler toreó con mucho arte por los dos pitones: juró por su austríaca madre que con aquello se conformaba, le cedieron los Sudetes de una Checoslovaquia abandonada a su suerte (el imbécil Chamberlain tuvo los santos huevos de asegurar en Munich hemos ganado la paz), las tropas alemanas entraron en Praga marcando el paso de la oca en marzo de 1939, y Alemania se apropió de las riquezas tecnológicas, industriales y agrícolas del país invadido. Allí, por supuesto, no acabó la cosa. Austria y Checoslovaquia no eran más que el aperitivo para un Hitler convencido (con toda razón) de que las democracias europeas se tragaban cuanto les metiera por el morro. Así que sólo seis meses después, tras firmar un pacto con Stalin que le aseguraba (de momento) la neutralidad cómplice de la Unión Soviética a cambio de ceder a los ruskis media Polonia y quedarse él con la otra media, ordenó a sus tropas cruzar la frontera polaca. Y a partir de ahí, ya saben. La Segunda Guerra Mundial había empezado, e iba a dejar chiquita a la otra.

[Continuará].

____________

Publicado el 20 de noviembre de 2025 en XL Semanal.

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Aguijón
Aguijón
19 ddís hace

La “pacífica” Francia

Mientras en Francia pasean
Y se van de “vacaciones “,
Alemania “fantasea”
Con oscuras intenciones…

Eso nos quiere “vender”
Don Arturo esta semana…
Cuando estaba el Richelieu
Muy avanzado en la grada

Y el submarino Surcouf
Navegando por Bretaña.
La teoría con Blum
No sale muy bien parada.

En la Línea Maginot
Va a poner sus esperanzas
Aunque de poco sirvió
Pues pudieron flanquearla.

No, don Arturo, en la Francia
Se preparan “pa” la guerra
Lo mismo que en Alemania
Pero de peor manera.

Los alemanes también
Gustaban de vacaciones
Del edelweiss y beber
Mientras cantaban canciones,

Pero a su vez fabricaban
Cañones, panzers, aviones…
Y, en astilleros, botaban
Sus submarinos “Ubootes”.

En Francia no reclamaban
Territorios europeos
Porque en los suyos estaban
Otros que no eran de ellos,

Como la Niza italiana,
Alsacia, Lorena, Flandes,
El Rosellón, la Cerdaña
Y otro trocito en los Alpes.

No olvido baja Navarra,
Pues bien salgo de ese brete,
Ya que fue tierra hermanada
Con Nájera y Navarrete.

Saludos, “rojillos” de Osasuna.

ricarrob
ricarrob
19 ddís hace
Responder a  Aguijón

Nájera. Panteón real de los reyes navarros. Precioso pueblo al abrigo de la montaña y a la vera del Najerilla que ondula a través de la urbe. Tumbas de otros tiempos y de otras gentes que son los nuestros.

Y Navarrete. Donde reposa un buen vinete para la sequedad del gaznate.

Saludos.

Aguijón
Aguijón
19 ddís hace
Responder a  ricarrob

Así es…
Navarrete pueblo de “barrileros” con su cerámica y Nájera corte de reyes.
Saludos

John P. Herra
John P. Herra
19 ddís hace

Puede que Chamberlain creyera realmente en la palabra de Hitler (Los Sudetes son mi última reclamación en Europa). El caballero y el ladrón creen que todos son de su condición. Lo que me repatea es que no hemos aprendido. Tenemos al Hirohito de África al sur y a Iván al este comiendonos por los pies, pero nosotros estamos pensando en el último foxtrot y diciendo con la mirada que estamos dispuestos a que usen nuestro culo de posavasos.

Basurillas
Basurillas
19 ddís hace

Profético Churchill, como ahora muchos pensamos de la actualidad: entre la guerra y el deshonor preferisteis el deshonor. Y ahora tendréis la guerra. Al tiempo.

Aguijón
Aguijón
19 ddís hace
Responder a  Basurillas

Buenas frase y verdad, pero también es aplicable a otro, Alfonso XIII, aunque los muy anglofilos monárquicos españoles lo nieguen.
Saludos.

ricarrob
ricarrob
19 ddís hace

Don Arturo, la política es una mierda. Entonces, ahora y siempre. Esa es la conclusión de todo esto. Los detritos más asquerosos colman los aconteceres y los ámbitos de la política. Entonces y ahora. Justo en este momento, a algunos les llegan los excrementos de todo tipo ya hasta los ojos.

Porque realmente, en todo esto que usted describe, hay intenciones ocultas. Stalin está ahí y lo tienen los britis y los franchutes muy presente. Ya en la Guerra Civil, como usted decía hace poco, se taparon la nariz y miraron para otro lado ante el apoyo fascista al cerillita. Ni neutralidad ni leches, les importaba la neutralidad un comino. Querían parar al Padrecito y le dieron cuerda al cabo austríaco y de paso al asaltacamas de “il Duce”.

Lo mismo antes de la IIGM. Esperaban que, con un poco de paciencia, se enfrentaran la URSSS y Alemania directamente y se destrozaran mutuamente. Con un poco de paciencia, un mucho de cinismo y toneladas de hipocresía. Pero el ajedrez no les va muy bien ni a los britis ni a los franchutes. Nunca les ha ido. Y, ¡Oh sorpresa! Los dos totalitarios se unen y devoran la última víctima: Polonia. En julio había terminado la G. C. española, en septiembre, el cerillita daba palmas hasta con las orejas, prometiéndoselas muy felices y esperando sacar tajada. Nos salvamos por los pelos de otra debacle. A cambio, cuarenta añitos de incienso y cuartel. Nunca se ha hecho un estudio, sería muy interesante, sobre la economía del incienso. En una posguerra carente de lo más mínimo, cómo se disponía de toneladas de incienso, que creo que tiene que ser importado, para que todo el país oliera a incienso durante 40 años. Muy curioso.

Los britis y los franchutes no declaran la guerra a Hitler en plan altruista, en defensa de los polacos. No. Lo hacen porque han visto que los dos tiranos no se enfrentan y que incluso juntos pueden devorar Europa, repartirsela.

Sí que es cierto que Chamberlain es la historia de un gran gilipollas (Daladier, tal para cual). Es lo que conlleva elegir como mandatario de un país a un incompetente. Pero, bueno, que vamos a decir nosotros, que llevamos veintitantos años soportando y sufriendo incompetentes…

Hay una novela muy interesante, “Munich” de Robert Harris, que, para quien no la haya leído, relata cómo fue la vergonzosa conferencia de Munich en 1938. En mi opinión, es muy buena, muy amena.

La política es una mierda. Entonces y ahora.

Saludos a todos.

ricarrob
ricarrob
19 ddís hace
Responder a  ricarrob

A las 18:00 horas de hoy, día 27, cuyo santo debería ser la Virgen de la Merced, patrona de las cárceles, me contesto a mí mismo, ante mis facultades premonitorias: la mierda ya les llega hasta la cresta. A este paso nos vamos a gastar el P.I.B. en construir cárceles nuevas para tanto político chorizo.

Manuel
Manuel
19 ddís hace

Creo que se equivoca en el porqué las potencias occidentales cedieron ante Hitler, como usted indica la Gran depresión afectó de una manera significativa a Europa occidental (de hecho la inflación galopante, y los desórdenes sociales de la república de Weimar, auparon a Hitler), pero el apaciguamiento tenía una causa mucho más simple, Gran bretaña y Francia, necesitaban tiempo para rearmarse; en 1938-39 empieza el rearme en GB, con especial foco en la RAF, y en la mecanización del ejército de tierra, (la famosa BEF, que perdió todo el material , pero no sus soldados, ya entrenados en los principios de la guerra moderna en Dunkerque), cazas modernos, bombarderos estratégicos, red de alerta temprana (radar) etc. Francia tenía el ejército más grande de Europa, pero anclado en una doctrina que derivaba de la I GM, sin mecanizar etc.. Ese mismo Frente Popular , que tanto usted admira, no veía a la Alemani nazi con una amenaza, y ya en 1939 era tarde, porque el ejército francés, que pudo invadir el Ruhr durante la “Drôle de guerre”, no lo hizo. En resumen Chamberlain, al que se ha estigmatizado, hizo lo que podía hacer en esos momentos, y Churchill al que se ha glorificado, entre otras cosas provocó la muerte de millones de indios, por priorizar las exportaciones de alimento a las islas durante la guerra…las cosas no son ni blancas ni negras , un saludo y gracias por sus artículos

David Sepúlveda Pérez
David Sepúlveda Pérez
19 ddís hace
Responder a  Manuel

¡Qué manera de escribir tonterías, señor! Se ha tragado Ud. toda la propaganda postguerra y anti Churchill que se ha fabricado tanto desde USA como desde la misma Inglaterra socialista que no le perdonan al gordito de la V haberles arrebatado la conducción del país en esa hora oscura. ¡Y qué bueno! Porque la habrían cagado al extremo.
¿Churchill mató indios de hambre? Un poco más y lo iguala Ud. con Stalin en Ucrania ¿No? No, estimado: Churchill hizo lo que se tenía que hacer cuando estaban solos, jodidos y desarmados, que era levantarse y pelear con lo que se tuviera, porque perder no era una opción. Puede que fuera alcohólico y desagradable, grosero y destemplado, pero era capaz, hábil, inteligente y tan tozudo que su adversario del bigotito.
Solo tiene Ud. razón en cuanto a que las cosas no son blancas y negras, pero eso no es mérito suyo, sino de un tal Churchill, sin el cual, probablemente Ud., allá en Europa, y yo acá, en Sudamérica, estaríamos hablando en alemán y saludando como los legionarios.

ricarrob
ricarrob
18 ddís hace

Bueno, don David, ya sabe usted, el mundo está hoy en día al revés. Va a ser que el del flequillo, el cabo austríaco realmente era un santo varón, digno de encomio. Sin embargo, Churchill, fue un genocida. Me sorprende cada día más las opiniones desnortadas y cospiranoicas del personal. Hoy lo que vale es el relato, el relato construido para servir una serie de intereses sobre todo ideológicos y doctrinarios.

Pero esto durará un suspiro. En unos años, toda la ideología de la posverdad y de la deconstrucción de la historia, desaparecerá. El “sangre, sudor y lágrimas” no lo conseguirán borrar nunca. El calificativo a Churchill de alcohólico está por demostrar ya que fue un invento de Hitler para desprestigiarlo. Precisamente, quien fue a hablar ya que el del flequillo se lo inyectaba todo. Para ser un alcohólico sabía estar siempre presente en los momentos importantes y tomar las decisiones oportunas.

La verdad (y digo “VERDAD” con mayúsculas) es que era todo un líder como ya no se ha vuelto a dar.

Saludos.

Manuel
Manuel
17 ddís hace
Responder a  ricarrob

Otro que se ha tomado un carajillo, y parece no entender lo que escribo, pero nada, la ignorancia se cura leyendo, y de Hitler, estoy en las antípodas, usted si embargo utiliza los maximalismos y descalificaciones, típicas del autoritarismo, de uno y otro lado….para entendernos y si no se lo deletreo

ricarrob
ricarrob
17 ddís hace
Responder a  Manuel

Bueno, realmente yo no me he dirigido a usted sino al sr. Sepúlveda.

También decirle que en mis palabras no le he faltado a usted al respeto, cosa que usted sí que hace conmigo.

No tomo licores, con lo que su observación además de ineducada e inadecuada, es ofensiva.

Me trata usted de ignorante y de que no leo. Estoy seguro de que aunque viva usted tres vidas nunca leerá lo que yo he leído y leo. Nuevas dos ofensas en sus palabras. Usted no me conoce, no tengo el disgusto de ello, y no sabe si yo soy ignorante o no.

Vuelve usted a insultarme llamándome autoritario, de nuevo sin conocerme. Describir una realidad, aunque a usted no le guste o no esté de acuerdo no es ser autoritario. Por favor, vaya usted al diccionario de la RAE y busque el significado de autoritarismo. Con lo leído que es usted, así lo pregona, no entiendo cómo no conoce el significado de palabras castellanas simples.

Sobre la figura de Churchill hay ríos de tinta. Unos historiadores le ensalzan y otros no. Pero incluso alguno como de la talla de Hobsbawm, escritor poco sospechoso de defender al capitalismo y sus figuras, ya que es un historiador marxista, reconoce el papel primordial que tuvo Churchill en la derrota del fascismo.

Yo no le voy a insultar u ofender a usted. Decirle, eso sí, que el diálogo y la confrontación de ideas dispares no consiste en descalificar a los demás para llevar razón. Hay que argumentas, discutir e intercambiar ideas. Eso lo he aprendido a pesar de mi “ignorancia” cosa que usted no, con su sapiencia tan erudita.

Sin saludos.

Manuel
Manuel
17 ddís hace

Honestamente y como decimos en España se ha ido por los cerros de Úbeda, ¿En qué parte apoyo a Hitler?, ese gran hdlgp, mi comentario se centra en entender los porqués del apaciguamiento, pero nada parece que necesita alguna clase de comprensión lectora…sin acritud,

Milena
Milena
19 ddís hace

El panorama pintado en este artículo ilumina la situación actual.

Frank
Frank
19 ddís hace

Como la historia se repite y si no sabes lo que viene, es porque o eres ciego a conveniencia o eres idiota redomado, que es igual, gracias Maestro

Javier
Javier
19 ddís hace

¡La Segunda Guerra Mundial! ¿Sabe usted que como consecuencia de ella continuamos siendo un continente ocupado?
Hay una pegunta que se suele hacer mucha gente, y es esa de: “Cómo la patria de Beethoven, de Goethe, de…pudo caer de hinojos ante la barbarie”.
Bueno, en primer lugar habría que decir que el movimiento nazi no era tan mal visto en Occidente, como tampoco lo fue el fascismo italiano, el cual recibió en los años veinte los vítores y las loas de personajes como Winston Churchill, o el mismísimo Roosevelt.
El nazismo no fue mal visto en Norteamérica en los años 30. El malo era el comunismo soviético. La amenaza era el comunismo, no el nazismo. El antisemitismo de los nazis no fue denunciado en los países occidentales, hasta que el ejército soviético entró y mostró las imágenes de Auschwitz, prácticamente. A nadie le extrañó las medidas coercitivas y de restricción de derechos a una pequeña parte de la ciudadanía alemana. Se había detenido el volchevismo, y ese era el sueño húmedo de todos los conservadores de Europa Occidental y Norteamérica, que dieron por bueno el ingreso en campos de “reeducación” como Dachau, a 13 kilómetros de la populosa Múnich, a judíos, socialistas, comunistas, homosexuales, gitanos, testigos de Jehová, y todo aquel que al nuevo régimen le pareciera fuera de lugar.
A mi me dio pavor ver, por ejemplo, el diseño del actual mapa de la Unión Europea, calcado de la Europa soñada por los nazis, cuando se pensó una península balcánica atomizada, con los estados, croata, esloveno, búlgaro y rumano, dentro de la unión, despues de una cruel guerra. Justo los estados títeres y satélites que los nazis tenían en la zona. Me empezó a salir urticaria cuando se procedió a la voladura controlada del estado checoslovaco, esta vez sin guerra, partiéndolo en dos. Me dio un amago de infarto cuando empecé a ver cual eran los planes en las repúblicas ex soviéticas bálticas, y en Ucrania. Todos ellos antiguos protectorados nazis durante la ocupación de aquellos territorios. Ya me puse cardíaco crónico cuando vi a los miembros del Batallón Azov desplegar enseñas nazis sin rubor alguno en la actual guerrade Ucrania.
¿Se puede volver a repetir la jugada en Europa?
Rotundamente sí. Como dice la Biblia, por sus frutos los conoceréis.
Saludos.

David Sepúlveda Pérez
David Sepúlveda Pérez
19 ddís hace
Responder a  Javier

Unidimensional su visión, porque Europa nunca ha sido más libre que después de la Segunda Guerra. Al menos, el lado occidental.
La zona en verdad ocupada es de la que Ud. omite hablar, la del bloque soviético, aplastada en 1947, en 1956 y en 1968 antes que Polonia primero y Alemania después marcaran el inicio de la caída del imperio rojo.
Me importa un bledo que algunos combatientes de Ucrania usen la svástica -Y tienen que probarme eso, porque NUNCA he visto una sola prueba de tal cosa- en tanto luchen por su patria como lo han hecho millones de seres desde que el mundo existe. No me molesta tampoco la división de Checoeslovaquia porque así lo quisieron sus ciudadanos, no los extranjeros. Lo mismo con Yugoeslavia, un país fabricado en las oficinas de Londres y Paris y que terminó despanzurrándose a sí mismo para que sus naciones pudieran ser libres.
Y es curioso que su urticaria no se disparase con la invasión rusa de Georgia y Ucrania. Tampoco tiene urticaria por el uso de la hoz y el martillo, oiga…
Unidimensional.

Javier
Javier
18 ddís hace

Verá don David, uno tiene derecho a tener la visión que mejor estime sobre Europa. Puede ser unidimensional como la mía, o puede ser errónea como la suya.
No olvide usted que el que fue invadido por Alemania, fue la URSS, y no al contrario. Los soviéticos se dejaron en la Segunda Guerra Mundial la friolera de 20 millones de muertos. ¡Nada menos!
Los combatientes del batallón Azov portan con orgullo la esvástica, le importe a usted un bledo o no. Está usted en su derecho a que le importe un bledo esta y otras circunstancias, el mismo derecho que me asiste a mí para lo contrario.
Lo de Checoslovaquia y Yugoslavia, fue vergonzoso. Fue vergonzosa la postura que tuvo Alemania, cizañeando desde la caída del muro para que esto sucediera. La República Federal de Yugoslavia fue el único periodo pacífico y de convivencia que han tenido los Balcanes en siglos. No les importó nada deshacerlo.
La mezcla de la invasión invasión rusa de Ucrania, y la hoz y el martillo, lo dejo para los lectores de Jiménez Losantos, y sus libros sobre el comunismo. Le aconsejo que utilice otro medio para informarse.
Y nada más, don David.
Un saludo.

ricarrob
ricarrob
18 ddís hace
Responder a  Javier

Mire usted, don Javier, el número de muertos de sus propios conciudadanos del régimen soviético, les importaban un pimiento. Estaban acostumbrados a sacrificar personas. Dese cuenta que solamente entre 1932-33, murieron de hambre en la URSS ocho millones de personas, entre ellos cinco millones de ucranianos (precisamente).

Entre 1920 y 1923. murieron más de 5 millones de personas de hambre en un régimen incapaz de alimentar y dar trabajo a la población.

En la batalla de Stalingrado, Stalin sacrificó como si no fueran seres humanos, a más de un millón de personas para conseguir tener una ciudad en ruinas. El número de muertos soviéticos en la IIGM fue desproporcionado por el escaso o nulo valor que el régimen daba a la vida humana.

Saludos.

Javier
Javier
18 ddís hace
Responder a  ricarrob

Ya….no como los nazis que valoraban en mucho la vida humana, tanto que un buen día el bueno de don Adolfo se dijo; “voy a invadir la Unión Soviética y así libro a todos esos infrahombres eslavos del tiranuelo que los gobierna…”
El hecho de que uno no sea comunista, odie el comunismo, lo aborrezca, le salgan ronchas cuando suena la Internacional, etc, etc, no es obstáculo para reconocer el sacrificio enorme de todo un pueblo por acabar con una ideología cruel, diabólica y asesina,
Olvídense del cuento de “salvar al soldado Ryan” y similares. Gracias a ejército soviético nos libramos de que la ideología nazi imperase en el mundo.
Saludos.

John P. Herra
John P. Herra
17 ddís hace
Responder a  Javier

Los ucranianos no son nazis, ni creo que el batallón Azov desplegara banderas nazis. Sí les he visto con la bandera de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, que fue nacionalista y colaborô en la invasión alemana de la URSS y en los pogromos, pero después luchó contra los nazis, los soviéticos, los polacos y hasta contra las escisiones ucranianas de su organización, y su jefe fue internado en un campo de concentración. Los campos de concentración alemanes y la policía política, dicho sea de paso, fueron copiados por los nazis de los soviéticos, con quienes mantuvieron buenas relaciones al principio, porque ambos eran enemigos de Occidente y del orden internacional surgido de los tratados de París. No era un contrasentido, porque la alianza revolucionaria germanosoviética contra el Occidente plutocrático era uno de los principios del nacionalismo revolucionario alemán del que surgió el NSDAP, y mantenido siempre por el sector mâs izquierdista del nacional-socialismo. Lo que pasa es que en el NSDAP también confluía la idea del Lebensraum, que no es originalmente nazi, sino de la I Guerra Mundial, con la diferencia de que Hitler no quería estados satélites en la antigua URSS, sino Estados federados al Gran Reich, colonizados por alemanes y con una administración indígena en los estratos inferiores. Como las repúblicas soviéticas y las colonias occidentales.

Tampoco eran fascistas los pueblos de la URSS que recibieron a los alemanes como una esperanza, rápidamente frustrada. Ni los que lucharon con ellos contra Stalin, como los rusos de Vlasov o los azeríes, cosacos, georgianos, chechenos, etc. Tampoco eran fascistas los chetniks, que reaparecieron en las guerras de los Balcanes, aunque posiblemente eran unos asesinos despiadados en 1943 y en 1993. Contra Stalin y junto a Hitler también luchó una democracia modélica: Finlandia. No todo es blanco o negro, son asuntos complejos que se resisten a interpretaciones simplistas.

En realidad, los dos totalitarismos son parecidos, casi idénticos, en sus métodos y objetivos, aunque la II Guerra Mundial nos dejara la “photo finish” de la incompatibilidad entre el socialismo nacionalista de Hitler y el socialismo internacionalista de Stalin. No hay que olvidar que el comunismo soviético fue el maestro y el nacional-socialismo, el discípulo aventajado, también por el número de víctimas, en la que Lenin y Stalin ganan por cinco a uno a Hitler. No debemos nada al Ejército Rojo ni a Rusia. Lucharon por ellos mismos y nos hubieran metido tras el telón de acero si hubieran podido, pero no pudieron ni en 1936 ni en 1945. Afortunadamente. Todos conocemos a algún polaco, rumano o búlgaro. Pregununaten, pregunten… Que el nacional-socialismo fuera una aberración no convierte al comunismo en una opción legítima. Lo mismo que las cosas a cambiar de nuestro sistema no convierten a Putin en nuestro liberador. Ni de coña.

ricarrob
ricarrob
17 ddís hace
Responder a  John P. Herra

Excelente respuesta, sr. Herra. De acuerdo con usted.
Saludos.

ricarrob
ricarrob
17 ddís hace
Responder a  Javier

Perdóneme, sr. mío, pero usted no me ha escuchado nunca defender a los nazis… precisamente. Los dos, ambos, fueron dos sistemas totalitarios sin respeto por la vida humana.

Respecto a lo otro, revise usted sus conocimientos históricos, por favor. Se ha escrito mucho sobre todo esto por historiadores muy competentes. Me refiero a que la URSS pudo contraatacar a los nazis gracias a los enormes suministros de todo tipo que les proporcionó USA. La URSS combatió con material americano.

Si USA no llega a entrar en el conflicto, todos marcharíamos ahora en Europa al paso de la oca.

Qué empeño en olvidarse de que los Usa desembarcaron por dos veces, en dos guerras mundiales, en Europa. Pero, bueno, estamos en los tiempos de la posverdad y de la deconstrucción de la historia.

Saludos.

Aguijón
Aguijón
17 ddís hace
Responder a  Javier

Don Javier, el sacrificio del pueblo ruso siempre fue aguantar a sus gobernantes y a su clima.
Ahora que dicen que se calienta y derrite el ártico tampoco vemos que los dirigentes rusos enfríen sus ánimos.
Saludos.

Manuel González Ledesma
Manuel González Ledesma
15 ddís hace

Impresionante. Eso de que Europa ha sido más libre después de la segunda guerra mundial, no tiene precio. ¿Será que el acompañamiento de la “Europa más occidental” a defender siempre los intereses fundamentalmente gringos, es marginal? Han ido, desde la invasión y destrucción de Irak (por supuesto con mentiras para la la peña, despojo en la realidad, y más de 500 mil vidas de por medio) hasta la sangrienta e impúdica destrucción de Libia por tratar de tener una economía africana alrededor de una moneda propia, o como jauría por Ucrania (cayendo en lo más bajo: negar y eliminar la cultura de los otros en algunas de la “universidades” europeas), también por los muy particulares intereses gringos. Pero es más impresionante el motivo que maneja parte de la peña intelectual (incluyendo por supuesto a Reverte): el inicio de la guerra en Ucrania es la invasión de los rusos en febrero de 2022. Suprema ignorancia, a pesar de todos los medios actuales para informarse y de los especialistas que abordan el tema; pero, dado que es demasiado, va solo un ejemplo, y desde Gringolandia, aunque suene repetitivo: “Why is Ukraine the West´s Fault?” de John Mearsheimer de la U de Chicago. Y en su mundo puede no estar Azov, o la reivindicación del nazi Bandera, hecha y plasmada una y otra vez en la realidad ucraniana actual; felicidades, es parte de la libertad, inventarse realidades alternas.

José Prats Sariol
José Prats Sariol
19 ddís hace

Las alusiones a hoy son escalofriantes. ¿Qué nos espera con Rusia y China contra Occidente y nuestras democracias? Agudo paralelo…

David Sepúlveda Pérez
David Sepúlveda Pérez
19 ddís hace

Lo comentábamos en la crónica anterior: nadie aprende nada de la Historia.
“Nuestros enemigos son unos gusanillos: yo los vi en Münich”, decía Hitler. Imagino hoy a cierto calvito en el Kremlin diciendo algo parecido ante el “Plan de Paz” presentado por el peluquín rubio sobre Ucrania. Sin Ucrania.
Checoeslovaquia en 1938 se vuelve a repetir.
Y nadie aprende nada.

Antonan
Antonan
18 ddís hace

Solo añadir que hoy igual que siempre nadie en sus cabales quiere enviar a sus hijos a la guerra. A veces olvidamos que tan solo transcurrieron 20 años entre Versalles y la invasión de Checoslovaquia. A diferencia de la WWI nadie salvo Alemania quería saber nada de guerras. Por supuesto nada mas cierto, tristemente, que el “si vis pace.. “. En fin parece que hay guerras que nunca se acaban de cerrar, el despropósito de Versalles fue el caldo perfecto para los nazis. Yalta y todos los desplazamientos forzosos masivos y repoblaciones rusas del padrecito Stalin fueron el germen de todo el cacao que tenemos por esas lindes tras el desmoronamiento del imperio soviético. Quizá con Putin estemos tropezando dos veces en la misma guerra.
Saludos, notables opinadores, un placer semanal leer la columna de Reverte y sus a menudo enriquecedores comentarios!

Javier
Javier
12 ddís hace

No creo que después de 3 años de guerra el ejército ruso esté para muchos trotes invasores, aunque acabara mañana el conflicto.No es la Wehrmacth ni de lejos y aunque tiene mucha carne para poner en la barbacoa, invadir toda Europa y mantener bajo su bota lo invadido: Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España y el resto de países europeos es muy, muy superior a sus fuerzas militares, logísticas, tecnológicas, económicas y de recursos humanos.